El Parlamento griego aprueba el nuevo plan de ajuste pese a la gran oposición social

El Parlamento de Grecia ha aprobado las nuevas y controvertidas medidas de austeridad para sortear su profunda crisis económica, en medio de grandes movilizaciones de la ciudadanía que se resiste a pagar los excesos presupuestarios del pasado.

El plan, apoyado en la Cámara por el mayoritario Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), prevé, entre otras medidas, el recorte de los salarios de los funcionarios y el del gasto social, la congelación de las pensiones, el aumento de impuestos y la lucha intensificada contra el fraude fiscal, muy extendido en el país. En total, el Gobierno griego quiere ahorrar unos 4.800 millones de euros este año para reducir el déficit público del 12,7% del Producto Interior Bruto (PIB) hasta situarlo este año en el 9%.

El ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantinos, ha declarado que Grecia no tendrá que aplicar más medidas de austeridad adicionales para hacer frente a la maltrecha economía del país. "No hay necesidad de más medidas si se aplica este plan, y lo haremos. Estamos dando una batalla contrarreloj. Esta vez convenceremos a nuestros socios de que decimos la verdad", ha afirmado.

El partido comunista de Grecia (KKE) se ha retirado del debate parlamentario declarando una "guerra" contra las medidas: "Seguiremos la lucha en las calles", ha advertido la secretaria general, Aleka Papariga.

Revueltas sociales

Los sindicatos mayoritarios del país helénico han respondido a las medidas de austeridad con un nuevo paro parcial y con el anuncio de una huelga general para el 11 de marzo. Los servicios y el transporte público se han paralizado hoy a lo largo del país y los vuelos han acumulado retrasos y cancelaciones al sumarse a la protesta los controladores aéreos.

Además, los médicos han vuelto a atender sólo casos de urgencia en los hospitales públicos, mientras que las escuelas han permanecido cerradas y los principales medios de comunicación no han emitido noticias.

Miles de manifestantes han marchado por el centro de Atenas, convocados por el sindicato comunista, bajo el lema de "guerra contra la guerra de la plutocracia", y en algunas calles se han registrado enfrentamientos entre manifestantes radicales y la policía, que arrojó gases lacrimógenos.

En un altercado, algunos manifestantes han agredido al presidente de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (Gsee), Gianis Panagópulos, cuando pronunciaba un discurso ante el Parlamento de Atenas. Según fuentes parlamentarias, Panagópulos ha sido trasladado a la clínica de la Cámara para ser atendido de unas heridas leves.

Papandreu pide ayuda a Merkel

En medio de este tenso clima, el primer ministro, Yorgos Papandréu, ha viajado a Berlín para recibir el apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, a las medidas de ahorro para que retorne la confianza a los mercados financieros, que ayer ya reaccionaron positivamente a la emisión de bonos de Estado griegos a diez años.

Según datos del banco británico HSBC, el 33% de la emisión, de 5.000 millones de euros, fue adquirida por entidades alemanas y francesas, sólo un 23 por inversores griegos y un 8 por asiáticos. El domingo próximo, Papandréu se reunirá con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, antes de atravesar el Atlántico y ser recibido el martes por el presidente estadounidense, Barack Obama.