Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Ciudadanos

Los 'temblores destructores' no se dejan notar en Cádiz desde 1755

MIGUEL D. GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

Por suerte, en esta zona, los temblores de tierra poco tienen que ver con los temidos «terremotos destructores», como los que sufrió Haití a mediados de enero o Chile a comienzos de esta semana, donde el temblor de la tierra ha arrasado ciudades, ha dejado centenares de miles de muertos y (dicen) ha llegado a mover el eje de la Tierra en la sacudida, alterando incluso la duración del año en algunos microsegundos.

Que ese tipo de terremotos puedan suceder en la provincia o en sus proximidades no es, sin embargo, del todo imposible. De hecho, los gaditanos han presenciado a lo largo de la Historia algunos seísmos que bien se podrían asemejar a los que han sufrido los haitianos y chilenos ahora.

El más conocido es, sin duda, el maremoto de Lisboa (en 1755), que a pesar de su nombre tuvo su epicentro tan cerca de Cádiz como de la capital portuguesa, a 200 kilómetros de la barbilla de Portugal, en el cabo de San Vicente. Aquel terremoto submarino, como el de ayer, sí se dejó notar en la capital, con el famoso tsunami que asoló medio barrio de la Viña y que fue parado, según la tradición, por la virgen de la Palma.

En la web del Instituto de Geofísica granadino, no obstante, se recogen referencias de otros tantos terremotos en la provincia de Cádiz, que fueron igualmente destructivos, pero que se remontan muchísimos siglos atrás: del año 881, por ejemplo, existen aún documentos históricos que hablan de un temblor cuya intensidad se estima -por lo narrado- en 7,1 grados en la escala Ritcher.

En el pasado siglo XX, sin embargo, el terremoto más intenso estimado tuvo lugar en 1929 (un 28 de marzo) que tuvo su epicentro en Grazalema, pero apenas superó los 4,2 grados.