Joglars, medio siglo buscando el talón de Aquiles
«La dictadura es fantástica desde el punto de vista teatral» dice Albert Baodella, que regresa a la escena con '2036-Omena-G'
MADRID.Actualizado:«Buscar el talón de Aquiles al poder con sarcasmo y mucho humor». Con este espíritu nació Els Joglars en 1961 y es el que persiste ahora que la compañía se apresta a celebrar cinco décadas sobre las tablas y se libera el artículo para convertirse en 'Joglars' a secas. Tras estrenar en Sevilla, recalan en los Teatros de Canal de Madrid (www.teatroscanal.org, hasta el 4 de abril), el centro dramático que dirige Albert Boadella, el fundador de la beligerante y jocosa comparsa, y donde estrenan hoy '2036-Omena-G', un 'anti-homenaje' y una reflexión sarcástica sobre el milenario oficio del cómico.
No le duelen prendas a Boadella para reconocer que en tiempos de la dictadura franquista era más fácil tocar las narices al poder. Que con la llegada de la democracia fue necesario buscar «otro tirano», y que es ahí donde surge la necesidad de de satirizar «a la propia tribu». «Desde el punto de vista teatral, la dictadura es fantástica. Tener un tirano, un permanente enemigo a batir, da mucho de sí» reconoce. «Las cosas se complican con la democracia, donde es más difícil hallar el desequilibrio y la injusticia» plantea Boadella, para quien detectar hoy nuevos 'talones de Aquiles' al poder y los poderosos que inspiren sus espectáculos «sigue siendo una tarea relativamente fácil».
«Hemos ganado grandes enemigos de los que estamos muy orgullosos; tenerlos nos ha dado mucha fuerza», dice risueño y dando la de cal para ofrecer después la de arena. «Lo artistas tenemos un alto sentido de la diplomacia y no podemos estar mordiendo constantemente la mano que te da de comer» unos «mecenas de hoy» que son las instituciones.
«Siempre aplicamos el sarcasmo a los otros, pero en esta obra lo aplicamos sobre nosotros mismos», reconoce Boadella. Dice que este montaje, que se han llevado a 2036 cuando la compañía hubiera celebrado su 75 aniversario, satiriza a la generación de «progres», a la que Boadella perteneció pero que hoy demoniza. «No queríamos torturar al público con un 'tutti-fruti' de lo que habíamos hecho en estas cinco décadas» asegura el también director '2036 Omena-G'
La trama gira en torno a un grupo de jóvenes que realiza un acto de homenaje a los antiguos integrantes de la compañía que malviven en el hogar del pensionista. El espectáculo fantasea sobre cómo estará 'Joglars' entonces; qué actores y directores estarán vivos y cómo será la sociedad en ese futuro cercano. Es una pieza coral en la que uno de los protagonistas es Ramón Fontseré, alma de la compañía en la que lleva ya casi tres décadas. Admite Boadella que '2036 Omena-G' es «cruel y satírica» con los cómicos, que entran en escena con sus propios nombres, como el propio Fontseré, que aparece con un aspecto «decrépito» y que ha logrado un «volumen equilibrado entre lo cómico y lo emotivo». «Es más fácil hacer de guapo que el viejo» asegura el actor que se ha tomado su pale como un «ejercicio que será útil en el futuro, si es que llegamos a esas edades provectas».