LEWIS
Actualizado:No, amigo Lewis Hamilton, por ahí no paso. Mira que eres buen piloto, probablemente mejor que nuestro Alonso, pero tu último derrape ha sido definitivo para tacharte de la lista de los personajes dignos de admiración. ¿Cómo se te ocurre despedir a tu padre? Eso ni en broma, a un padre no se le despide nunca. Suena mal, incluso peor que 'mandar a la abuela a comprar droga'. Un padre, sin embargo, sí tiene potestad para despedir a su hijo, estará siempre bien visto, al contrario, no funciona; te has salido de la pista, y ya no tiene solución, porque «volver a contratar a tu padre» también suena feo. Y ya por curiosidad: ¿cuándo se lo dijiste, y cómo? ¿desayunando? «Papá, estas despedido».
Es duro hasta escribirlo. Si el problema era que querías una mejor gestión de tu representación, se hubiera solucionado contratando a otra persona y dejando a tu padre como titular honorífico del puesto. Además, todo padre tiene sus amigos, ¿te has puesto en la situación de tu padre respondiendo a las incómodas preguntas de su cuadrilla? Claro, él no puede ponerte a parir por el despido, porque eres su hijo, y te defenderá hasta la muerte; y tú le agradeces la fidelidad poniéndole de patitas en la calle. Y lo que es peor, has sentado precedente; imagínate el cristo que se montaría si los hijos empiezan a despedir a los padres. Se ha producido, por tu culpa, una extraña inflexión moral, un viaje sin retorno que no traerá nada bueno. Hasta la fecha, eran los padres los que desheredaban a los hijos si lo creían conveniente; ahora, tú propones una vuelta macabra al sistema de valores.
Un mundo dominado por los hijos caprichosos es un mundo que no me interesa demasiado -sí, vale, soy padre-. No creo que seas consciente del desatino que has protagonizado con esa decisión tan bochornosa. Piensa que nadie contratará a un señor que ha sido despedido por su propio hijo, es la peor de las recomendaciones posible. Pasen buen día.