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Las lluvias de ayer perjudicaron aún más a las costas de la provincia y dejó a La Victoria en el estado que muestra la fotografía. :: MIGUEL GÓMEZ
Ciudadanos

Sólo las playas de la capital estarán listas para la llegada de turistas en Semana Santa

Costas y Ayuntamiento se unen para adecentar La Victoria y Santa María del Mar, mientras siguen en estudio otras como La Barrosa

MERCEDES MORALES mmorales@lavozdigital.es
CÁDIZ.Actualizado:

Costas confirmó ayer que ayudará al Ayuntamiento de Cádiz a tener listas las playas para la llegada de turistas en Semana Santa. Para lograrlo, pondrá a disposición del Ayuntamiento máquinas para alisar la arena. Desde Costas especificaron que esto es posible en Cádiz gracias a las características de sus playas, delimitadas por el Paseo Marítimo, y donde buena parte de la arena no se ha perdido, sino que se ha amontonado en otras zonas de la misma playa. «Las reperfilaremos con palas para transportar y alisar la arena, haciendo un reparto transversal», apuntaron desde Costas.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, ya anunció la semana pasada que haría todo lo posible para que las playas estuviesen en perfecto estado de revista para cuando llegasen los primeros turistas, pero la regeneración de la arena es una competencia en exclusiva de Costas. Ahora, la administración central explica que ayudará al Consistorio porque en este caso se trata sólo del transporte de arenas de un lado al otro y de su alisamiento, ya que en Cádiz no han sido tan grave los daños causados por los temporales. «Las últimas aportaciones en Cádiz han durado más de lo que se esperaba», señalaron desde la administración. Como ejemplo, La Victoria, donde no se hace un traspaso de arena desde 1992, cuando hizo una regeneración con el dragado de la canal de entrada al puerto de Cádiz.

Pero no todo es Santa María del Mar o La Victoria. El resto de las playas de la provincia siguen aún en estudio y todo indica que no se iniciará ninguna mejora hasta después de Semana Santa, ya que la Administración esperará a las tormentas del Sudeste, previstas para mediados de este mes, para actuar cuando todo haya pasado. Así, las costas no recuperarán su aspecto habitual hasta principios de verano, ya que cuando deje de llover hay que esperar dos o tres meses a que las mareas devuelvan parte de la arena que se ha llevado este mal tiempo.

Las más afectadas

Fuentebravía (El Puerto de Santa María), La Barrosa (Chiclana) y Fuente del Gallo (Conil) son las tres más afectadas y en las que Costas prevé que será necesario un mayor aporte de arena artificial, ya que los daños han sido mayores y estas playas no se regeneran con tanta facilidad como las de Cádiz. Estas tres entran en el grupo que los expertos llaman playas de verano y playas de invierno. Y será más costoso (tanto en presupuesto como en esfuerzo) dejarlas en perfecto estado para el verano.

Aún se están haciendo las batimetrías oportunas para cuantificar la arena que será necesaria en cada zona de la costa, pero ya se ha iniciado la petición de créditos presupuestarios a Madrid, de cara al verano. «Aunque las lluvias que quedan por caer hasta junio serán un elemento decisivo», apuntaron desde Costas.

Otro aspecto importante para rehabilitar las playas es encontrar un yacimiento de arena con calidad y cantidad suficientes para paliar todos los desperfectos causados en las costas gaditanas. Desde la administración central se estudia utilizar arena de la zona conocida como Placer de Meca (en los Caños de Meca) porque la arena tiene la granometría necesaria para aguantar el Levante que azota nuestras costas. Aunque también barajan el uso de arenas de canteras, similares a las que se han utilizado en la playa de Sanlúcar. Costas busca ahora la forma más barata de extraerla y transportarla hasta las playas dañadas.

Para cumplir los plazos previstos y que las playas estén a primeros de junio, todo ha de encajar, incluida la opinión ciudadana. Costas cuenta ya con la experiencia vivida en la desembocadura del Guadalquivir en Sanlúcar, donde la administración tuvo que dar marcha atrás a una extracción de arena debido a la fuerte oposición de los pescadores de la zona, que entendieron que esta actuación dañaría irreversiblemente a sus caladeros.