Y PUNTALES, ¿QUÉ?

Si Ramón Solís levantara la cabeza y viera cómo uno de los sitios más emblemáticos en la Defensa de Cádiz se encuentra totalmente desplazado por las administraciones en la celebración del Bicentenario! El mismo lugar que, en su fantástica novela 'Un siglo llama a la puerta', fuera escenario de la valentía de su protagonista, Chano Fernández Ederra. Mientras las gaditanas se hacían tirabuzones con las bombas que tiraban los fanfarrones, las 'puntaleñas' hacían torniquetes en las extremidades de los caídos con esas mismas bombas. Mientras Cádiz bailaba, Puntales sangraba. Acometemos costosas obras en el Castillo de San Sebastián, confundiendo a los gaditanos que pueden creer que fue el protagonista en nuestra defensa. Nada más lejos de la realidad. Acometemos la construcción de un puente integrado con calzador en este Bicentenario. Lo que celebramos son los doscientos años de nuestra primera Constitución, la Constitución de Cádiz.

Los mismos ciudadanos que lucharon y murieron en el Fuerte de San Lorenzo del Puntal, los que formaron el Batallón de Voluntarios, los ciudadanos que con su valentía se sintieron parte importante de la defensa de la Ciudad para que en el Oratorio de San Felipe Neri se pudiera promulgar una Constitución que tuviera como sujeto a esos mismos gaditanos. Si el Bicentenario desea realmente conmemorar la transformación de súbditos a ciudadanos de los españoles y gaditanos (al menos, durante los años que la ausencia de un rey traidor lo permitió) las ingeniosas iniciativas de los vecinos de Puntales no deben quedar ajenas. En caso contrario, será una deslealtad a la ciudadanía.