Bachelet declara el Estado de excepción por catástrofe
El número de víctimas se dispara por encima de las 700 mientras el Gobierno se vuelca en llevar comida a las zonas más devastadas
SANTIAGO DE CHILE.Actualizado:Michelle Bachelet decretó ayer el «estado de excepción por catástrofe» dentro de un amplio programa puesto en marcha para combatir los efectos del poderoso terremoto. La medida restrictiva supone imponer un toque de queda nocturno y limitar las reuniones públicas, así como el desplazamiento de personas. De esta manera, el Gobierno pretende acabar con los saqueos en las calles mientras se sigue adelante con las tareas de rescate. Los últimos cálculos situaban el número de muertos en 708, aunque la presidenta chilena admitió que existe una «enorme cantidad de desaparecidos».
Bachelet explicó que su Gobierno está trabajando en dos líneas paralelas: las tareas de emergencia y los planes de reconstrucción. Entre las medidas más urgentes, la mandataria saliente mencionó la entrega gratuita de raciones de alimentos básicos a la población en las regiones de Maule y del Bío-Bío, dos de las siete directamente afectadas por la catástrofe y que son las que se encuentran bajo «estado de excepción». En ambas provincias, dos generales nombrados por el Ejecutivo se coordinarán con las autoridades para prestar la ayuda necesaria.
La distribución de los alimentos empezó a organizarse ayer con los propietarios de las cadenas de supermercados más grandes de Chile, que llegaron hasta la sede de gobierno para coordinar la apertura de sus establecimientos en la extensa zona afectada por el terremoto. En las ciudades sureñas de Talca, Linares, Chillán y Concepción hay escasez de alimentos y agua, una situación que se vio agravada por los saqueos y el pillaje. El Gabinete de Bachelet también analizó las medidas necesarias para normalizar el abastecimiento de combustible.
Los ministros de Bachelet dedicaron buena parte de la reunión a debatir el papel que se les asignará a las Fuerzas Armadas en las tareas de ayuda a las víctimas y en el control de las ciudades. La petición para que los militares salgan a las calles y se hagan cargo de la seguridad pública fue formulada por el presidente electo Sebastián Piñera, que tomará las riendas del país en apenas diez días. A su juicio, es prioritario restablecer el orden público para acabar con el vandalismo y la delincuencia. En el plano político, Piñera reiteró su propuesta de crear un «gobierno de unidad nacional». Además, anunció que su primera medida ser poner en marcha un plan de reconstrucción que denominó 'Levantemos Chile'.
Despliegue de soldados
Hasta ayer, un millar de efectivos del Ejército estaba trabajando en las zonas más damnificadas. La mayoría de estos militares son personal especializado en ingeniería y salud, detalló el general José Pedro Canales, jefe del Centro de Catástrofes del Ejército. Sin embargo, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, anticipó que el despliegue de más soldados ya ha comenzado. Vidal explicó que desde Rancagua -a 200 kilómetros al sur de Santiago- hasta Temuco estarán sobre el terreno unos 10.000 militares para ayudar en la distribución de alimentos, agua y la retirada de escombros.
Mientras tanto, la Oficina Nacional de Emergencia Nacional (Onemi) seguía actualizando las cifras de víctimas del terremoto, que sacudió el país con intensidad cincuenta veces superior al temblor que devastó Haití. Según sus datos, los muertos ya son 708 y los damnificados superan los dos millones, la mayoría en la zona centro-sur de Chile, donde vive más del 70% de la población chilena.