«Menos mal que hubo fuego, porque el gas no habría avisado»
Actualizado:Aunque parezca mentira, esta vez el fuego ayudó a evitar males mayores. Al menos, dio la alarma a todo el mundo, frente a ese enemigo silencioso que no avisa: el gas. «Menos mal que ha habido llamas, porque si no, no sé si estaría hablando ahora contigo», relataba Juan Carlos Narváez, uno de los afectados. «No hay más que imaginar a alguien que se encienda un cigarro después del escape de gas», añadió. Ya más tranquilo, señalaba también la suerte de que el impacto del rayo no hubiera sucedido muy tarde: «Si ocurre de madrugada, el fuego puede propagarse y no lo ve nadie, con lo que podría haber pasado algo mucho más grave».