Mucho control en la medular del

Abel Gómez y Moisés Hurtado reaparecían con sus equipos después de varias semanas sin tener protagonismo sobre el terreno de juego. El duelo particular de los dos futbolistas que libraron en la medular se saldó con resultados bien distintos. Para el futbolista del Xerez, hacerse con el control del juego no fue nada fácil y apenas le llegaron balones para enganchar con los de arriba. En cuanto al jugador del Espanyol, la ausencia de Keita en las filas azulinas le permitió campar a sus anchas por el centro del campo y no tuvo demasiados problemas para mover la pelota de un lado a otro. Tampoco tenía que emplearse a fondo en las jugadas del rival para cortar el peligro, ya que los azulinos apenas dispararon entre los tres palos.

Con todo, Gorosito dio entrada al madrileño formando pareja con Víctor Sánchez y Moreno en el centro del campo, en lugar del malí. Abel comenzó el encuentro emparejado con Hurtado y con bastante ritmo, aunque durante el tiempo que estuvo sobre el verde de Chapín el medio centro fue de más a menos. En la primera parte trabajó en la recuperación de balones, al igual que su rival, en la medular, aunque la falta de ayuda de sus compañeros provocó, también, que perdiese algunos balones.

En los primeros cuarenta y cinco minutos fue de los pocos que se acercó a la portería de Kameni. A los 16 minutos lanzó una falta directa al borde del área, aunque el cuero se estrelló en la barrera.

Bien sí se mostró el madrileño a la hora de entregar varios pases en profundidad, buscando a Bermejo, pero sin muchas posibilidades debido al buen posicionamiento de la defensa visitante. Además, en algunas ocasiones cuando el Xerez quería montar el contra golpe pidió el balón arriba, pero la falta de fluidez impedía que Abel brillara en el partido de ayer.

En la segunda parte, Hurtado se hizo el dueño del medio campo, mientras que el madrileño se situó en la banda derecha y después, en el minuto 66, era sustituido por Alustiza sin haber podido completar un buen partido.