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Mejor que en primera fila
Actualizado: GuardarCon todos los respetos, lo que se ve en la foto recuerda a una aparición: a los dos varones de la izquierda -vamos, los personajes de la foto que más claramente pertenecen al género humano- sólo les falta hincarse de rodillas y gritar aleluyas ante la irrupción súbita, luminosa y casi sobrenatural de la modelo. Lo que hasta hace un momento era un triste pasillo, lustroso pero desangelado, se ha convertido de pronto en un rincón mágico al que muchos peregrinarían. Alguno hasta se quedaría a vivir dentro de ese embalaje de cartón con tan buenas vistas.
La chica no parece dar mucha importancia al impacto que causa. Es de suponer que estará acostumbrada, pero, sobre todo, lo que le preocupa ahora es quitarse los taconazos: acaba de desfilar por una pasarela de la Semana de la Moda de Milán, vestida con un diseño de Valeria Marini, y tiene que apresurarse para ponerse el siguiente modelo. Una vez en el 'backstage', la eficacia se impone a la elegancia, y una maniquí puede levantar la rodilla hasta el pecho si eso le permite ganar unos segundos.
Los chicos -y también el fotógrafo indiscreto- asisten a un momento secreto del gran espectáculo de la moda, algo que ni siquiera el sofisticado público de la primera fila llega a ver. Uno de los muchachos esboza una sonrisilla valorativa; el otro parece demasiado impresionado para reaccionar, aturdido por el pasmo de la belleza cercana. Pero lo mejor de todo es que no están ante una aparición, qué va: la modelo desaparecerá con una rápida cadencia de pies descalzos, pero después vendrá otra, y otra, y otra... ¿Cuántos metros cuadrados tendrá esa caja de cartón?