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El conjunto madrileño llegó al sur de España después de casi cincuenta actuaciones; se notó en el ánimo. :: ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

Cinco horas con los chicos de Pereza

Narciso y Adriana se hicieron fotos con Rubén y Leiva y presenciaron un mini concierto privado de sus ídolosUna pareja de isleños comparte con el grupo la previa de su concierto en Cádiz

CÁDIZ.Actualizado:

«Con alma y rock and roll». Adivinen quién puede rubricar esta dedicatoria. Pistas: Lleva sombrero y viste, salvo a sus enormes tatuajes, de riguroso negro. Interpreta, junto a otro de iguales características canciones tan pegadizas como 'Lady Madrid'. Y otra más, despierta pasiones entre las jóvenes españolas. Leiva y Rubén, Rubén y Leiva, o Pereza, comprobaron cuanto gustan sus temas y estilo entre la juventud gaditana. Sólo se reservaron la histeria los afortunados que conquistaron la posibilidad de estar con sus ídolos en los minutos previos a su concierto en la sala Anfiteatro. Narciso Corrales y Adriana Palazón lo consiguieron gracias a Cacique y LA VOZ.

Llegaron de San Fernando, dejando atrás a una pandilla de amigos envidiosos, y se dispusieron a vivir una experiencia, se suponía irrepetible. Pronunciar las palabras 'Meeting&Great' o 'backstage', ya es suficiente para imaginarse lo que puede significar compartir con dos estrellas del rock español los momentos anteriores a que griten '¿Qué tal, Cádiz?' a una masa entregada. Pero los isleños demostraron estar curtidos en esto de coleccionar autógrafos e intercambiar sensaciones con los artistas. Hace apenas tres semanas fueron al concierto que El Barrio ofreció en Jerez y hace menos de un año, esta pareja de novios de 24 y 23 años, charlaron animosamente con Coti en uno de los camerinos del Gran Teatro Falla.

Por eso cuando Leiva cogió el bolígrafo y les preguntó cómo les dedicaba su último disco 'Aviones', los chicos demostraron tener más tablas que los propios músicos. Nada de nervios, ni siquiera en Adriana, la verdadera fan del grupo. «Dedícalo a los trabajadores de mi empresa, que os escuchamos mientras trabajamos», le dijo la joven. «Son un poco serios y, sobre todo, lo que pienso ahora al conocerlos tan de cerca es que necesitan un cañonazo de potaje», espetó Narciso.

Con casi cuarenta actuaciones a sus espaldas -ayer estuvieron en Almería-, horas y más horas de carretera, Rubén y Leiva no estaban precisamente eufóricos. Por eso agradecieron el saber estar de los ganadores de las entradas y el 'backstage'. Pocas preguntas, algunas más sonrisas y nada más. Pero Diana y Narciso supieron aprovechar el regalo -hasta 35 euros costaba la entrada en taquilla-. Presenciaron un mini concierto, las pruebas de sonido, escogieron asiento sin necesidad de colas y conocieron los entresijos de una sala de conciertos. Arriba y abajo, mientras los de Pereza hacían en privado sus gorgoritos. Abren las puertas y mientras que las niñas irrumpen al grito de ¡Rubén! o ¡Leiva!, la pareja de ganadores continúa viviendo una previa en exclusiva.

Hasta pudieron conocer a los productores del grupo y ver que el trabajo de los músicos es mucho más duro de lo que parece. Pero también es complicado el trabajo de fan, si no, que se lo digan a Adriana y Narciso, que estuvieron cinco horas en Anfiteatro para arrancarle a los miembros del grupo un «con alma y rock&roll» y un «salud y magia». Están acostumbrados, para asistir al concierto de Bon Jovi en Barcelona aguardaron diez horas. Es cuestión de prioridades, o de facilidades.