PERSPECTIVAS OBLICUAS
Actualizado:Los tradicionales barómetros de intención de voto del 28-F vienen este año, el 30 aniversario de la «identidad» andaluza, cargados de novedades, de controversias y de presagios. La ventaja del PP sobre el PSOE, que ya se intuía en los sondeos del curso pasado y que fueron tan discutidos, llega a casi cuatro puntos en el estudio que Sigma Dos ha realizado para LA VOZ, que hoy mismo publicamos. Aunque quedan dos años para las elecciones, nunca el PP había obtenido estos resultados, que hasta le llevarían a formar gobierno. Una victoria en Andalucía, además, le pondría en bandeja el palacio de la Moncloa.
Del barómetro se desprende una clara influencia de la crisis económica en el descontento que los votantes muestran hacia el PSOE, porque el presidente Griñán aparece como el mejor valorado por los andaluces, Zapatero tiene más partidarios que Rajoy y, pese a crecer el malestar, no hay una mala percepción de la gestión de la Junta. O sea que hace bien el PP en no vender la piel del oso antes de cazarlo, como el PSOE en no despreciar los signos que se muestran en estos estudios. La posibilidad de estar ante un cambio de ciclo no es, le pese a quien le pese, descabellada. Con todas las cautelas, en el PP regional se piensa que el paso del tiempo juega a su favor y les limpia su imagen de antiguas y arcanas vinculaciones con el clásico «señorito», porque van desapareciendo quienes conservan memoria del dueño de la finca que, a caballo, sacudía a los jornaleros para que varearan mejor la aceituna. Sólo les queda hacer también ellos el tránsito generacional aunque no se contempla el cambio de cartel, marcado por las anteriores derrotas, ahora que les animan estos sondeos y viven inmersos en un espíritu de combate y de unidad que no tiene nada que ver con el enrarecido aire del partido a nivel nacional, desgastado por las luchas internas y la falta de ideas claras.
Entretanto, dentro del PSOE andaluz se atemperan las discrepancias, sobre todo porque ante el realineamiento general nadie sabe con quién puede contar a la hora de montar una corriente interna. Sólo en Cádiz siguen las espadas en alto, y aunque el pizarrismo no plantee un frente, su desafección es evidente. En la reunión del jueves en Arcos volaban simbólicos puñales y hubo quien se fue con cardenales por los codazos para salir en la foto. Los «cachorros», estrellas de la sesión, tienen su gran oportunidad, por fin, en una organización que ha perdido al menos una generación sin tocar poder por la resistencia de sus líderes al relevo, aunque tampoco andarán sobrados de banquillo.
En contra de lo que pueda parecer, estos sondeos vienen bien a Griñán, que los utilizará para compactar filas, asegurarse un congreso plácido donde pueda imponer su lista sin demasiados pactos, y conseguir mayor libertad de acción para su gestión el resto de Legislatura. Es mucho lo que tiene que hacer, porque es mucho lo que arriesgó en su discurso de investidura- una especie de revolución en las prácticas políticas basada en la reforma de la administración y en la primacía de los más capaces- y muy poco tiempo para cumplirlo. Y porque hay que dar soluciones a la crisis, digo yo.