CON CARA DE TONTO

Así se nos quedó a todos la cara tras ver cómo de nuevo el Cádiz se marchaba de vacío de un partido donde la victoria la teníamos en la mano y que nosotros, sólo nosotros, dejamos escapar. Donde digo nosotros quiero decir los jugadores, que unos días por una cosa y otros por otra, las victorias se nos escapan de las manos y las jornadas van pasando. Porque lo lamentable de todo esto es que tuvimos ocasiones claras para haber conseguido un marcador muy pero que muy abultado. Y no me refiero sólo al penalti, que también, sino a las ocasiones que fallamos cuando el partido estaba roto y de ida y vuelta, cuando el empate a uno estaba en el marcador y no supieron rematar dentro de los palos algunas de las que tuvimos. La situación se antoja complicada, sobre todo teniendo en cuenta que el Cádiz, dentro de lo que cabe, no hizo tan mal partido, pero aquí lo que cuenta es el acierto de cara al gol y el ser un equipo serio defensivamente. Y ahora mismo no somos ni una cosa ni otra. Es una cuestión ya más de sensaciones, y la sensación que da ahora este Cádiz no es nada buena. Las cosas malas que hacemos superan a las buenas siempre.

El resto de equipos son capaces de sacar victorias adelante de alguna u otra manera, haciendo valer sus virtudes, sean las que sean. Unos la agresividad, otros el no dar ni un balón por perdido, otros jugar cada minuto como si fuera el último, pero ¿las nuestras cuáles son? Yo la verdad es que ahora mismo no sé cuáles son nuestras virtudes para poder explotarlas al máximo. Afortunadamente no soy yo el que tiene que conocer las virtudes de este equipo, pero espero que sepan cuáles son el cuadro técnico cadista. Esta columna está escrita nada más acabar el partido del Nuevo Colombino y la verdad es que visto lo visto, en este momento no soy muy optimista, lo siento. Siento no dar un mensaje de tranquilidad, tampoco soy yo el que lo tiene que dar, pero no se qué tiene que hacer este equipo para ganar un partido. ¡Ah sí!, tener la calidad que no tiene. Lo de esta temporada no es un problema de actitud y si de aptitud, y ante eso poco se puede hacer. Y punto.