LA RAYUELA

El espejo del Carnaval

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Un reportaje aparecido esta semana en el 'New York Times' sobre Cádiz y su Carnaval ha producido sarpullidos a más de un gadita. La periodista ha recorrido una ciudad en fiestas empetada de gente riendo, cantando y bebiéndose la vida. Y claro, esto no cuadra con el estereotipo con el que la eligió: una de las ciudades más al sur de Europa («al norte de Gibraltar») con una tasa de paro cercana al 30%. Procedente de un país donde el desempleo no suele alcanzar los dos dígitos, supongo que imaginaba que aquí estaba a punto de estallar una revolución social. Y se encuentra un pueblo pícaro, que oculta ingresos y empleos al fisco en una economía sumergida próxima al 25%. Una mentalidad acomodaticia, favorecida por la gran proporción de funcionarios (como en todas las capitales de provincia y autonómicas) y empleados en empresas públicas o semipúblicas (las más importantes de la Bahía). Pero aquí, a diferencia de su tierra, contamos con una cobertura sanitaria pública, universal y gratuita. Hay programas sociales de rehabilitación que van eliminando progresivamente la infravivienda y estrenamos una nueva cobertura social con la ley de la dependencia. Y lo que es más importante, este pueblo y esta cultura dispone desde siempre de unas redes familiares de apoyo mutuo que en EEUU son desconocidas.

Ni se puede negar el alto porcentaje de desempleo, ni la importancia de la economía sumergida o el espíritu acomodaticio, poco dado a aventuras emprendedoras, proclive a conformarse con poco y disfrutar al máximo. Sin embargo no ha tenido tiempo u oportunidad de conocer cómo se las gasta por aquí la ciudadanía cuando se harta de que le den largas y sale a la calle para manifestarse.

Es cierto que todo esto y mucho más podría ser la crónica de infinitud de ciudades de la Europa mediterránea, pero afortunadamente la periodista eligió Cádiz, por su Carnaval. Muchos considerarán que algunos de los rasgos dibujados como negativos forman parte de una cultura, de un saber vivir, que tiene algo de arte.

Deberíamos estar contentos, porque nada de lo escrito es falso y nos permite asomarnos a uno de los espejos con más visibilidad del mundo. Aparecer en el 'NYT' con un reportaje de buenas fotos y un vídeo de nuestras calles llenas de color, risas y música es la mejor campaña de publicidad para una ciudad que busca un lugar al sol del turismo y que gracias a los cruceros, las películas y el Carnaval comienza a sonar a los tour operadores. Mañana es el Carnaval Chiquito y hay quienes amenazan con salir esta noche y el lunes si el tiempo no lo impide. ¿Hay mejor forma de disfrutar del puente del día de Andalucía?