Griñán busca «cachorros» en la provincia
El hotel El Lago de Arcos acoge un encuentro entre el nuevo líder y un centenar de cargos provinciales; el presidente de la Junta presenta su proyecto de cambio en el partido
ARCOS.Actualizado:Un flamante salón de celebración de bodas, con oportuno techo de dos aguas, acogió anoche el encuentro entre José Antonio Griñán y los que mandan en el PSOE provincial.
El nuevo líder traía un imaginario zapato de cristal para buscar jóvenes pretendientes con los que renovar la cúpula del partido.
Alcaldes, concejales, portavoces de oposición local, secretarios generales de una larga lista de ejecutivas locales, responsables de organización... Un centenar de entre los que tienen algo de responsabilidad en el partido en la provincia acudieron al arcense Hotel El Lago para dar el «sí, también quiero».
El próximo líder legitimado del PSOE andaluz reservó una escala, casi en el centro geográfico de Cádiz, en la serie de encuentros que mantiene con la militancia andaluza de cara al congreso regional extraordinario que culminará el próximo 13 de marzo.
Griñán, que ya cuenta con el apoyo unánime de todas las delegaciones, incluyendo las gaditanas citadas ayer, ha anunciado que quiere promocionar un relevo, que pretende dar paso a una nueva generación de dirigentes socialistas (entre 35 y 45 años, ha detallado) con buena formación académica, actitud dialogante y poco afán por la intriga interna.
Con esa premisa, a 15 días de la cita, la cafetería del hotel de Arcos era un hervidero media hora antes del enlace entre líder y liderados.
Consejeros como Luis Pizarro (uno de los máximos candidatos a dejar paso), viceconsejeros como Gómez Periñán, delegados autonómicos (de Gabriel Almagro a Juan Bouza), alcaldesas como la anfitriona Pepa Caro y Pilar Sánchez, una decena de cargos institucionales de Diputación con su presidente al frente o el portavoz de la oposición municipal de Cádiz compartían el café previo a la cita.
Todos en el mismo salón con el mismo objetivo: conocer algún detalle más de la revolución suave que Griñán pretende promover entre los socialistas gaditanos, para evitar que 30 años en el poder político autonómico acomoden a sus miembros.
Peligro: parvovirosis
Los comentarios estaban servidos. Las quinielas van y vienen. Nadie sabe quiénes son los «cachorros» (así los ha bautizado la prensa y buena parte de la militancia socialista andaluza) que están en la cabeza del nuevo jefe. Es el momento de dejarse ver para seguir o para llegar. La convocatoria tenía un cierto aire entre mitin (camisas sin corbatas, saludos efusivos al caminar) y casting de cara ese «futuro ganado» que menciona el eslogan del próximo congreso extraordinario.
Los mayores recelan de los jóvenes y los nuevos, de los veteranos. Un alcalde con callos de llevar el bastón de mando ironizaba en la espera: «¿Tú sabes lo que es la parvovirosis?», preguntaba entre risas. «¿Que no? pues es una enfermedad que nada más que mata a los cachorros. Nada más que infecta a los más jovencitos. Que tengan cuidadito».
Uno de sus contertulios ilustra la cachaza que reina entre los socialistas provinciales al mirar hacia la puerta. Entra Pilar Sánchez. «Mira, mira, ahí viene la gran esperanza rubia», dice con segundas para resaltar el papel protagonista que algunos comentarios dan a la regidora jerezana en el futuro equipo orgánico de Griñán.
Entre esos futuribles, entre los jóvenes con posibilidades de crecer en la estructura provincial, el nombre que más suena en el salón es del Fernando López Gil: «Si sale bien parado de las municipales en San Fernando -que no lo tiene difícil y se lo está trabajando bien-, ojito porque da el perfil exactamente. Joven, pausado, bien formado... Lo que le gusta a Griñán», anuncia una veterana militante mientras espera al nuevo jefe con un cafelito.
Cuando José Antonio Griñán entra, la imaginaria mesa camilla -en realidad, casi todos estaban de pie- se transforma inmediatamente en un pseudomítin.
Como en los campaña oficial, los que están no necesitan escuchar ningún mensaje porque ya tienen el voto decidido, pero aún así hay que mantener la liturgia del acercamiento y el convencimiento.
Pepe (el presidente) saluda uno a uno, recuerda el nombre de todos, tiene una broma para la mayoría y se detiene a interesarse por una embarazada. Sin corbata, polo abierto, efusividad atropellada. El saludo más duradero y visible es, con diferencia, el que comparte con Francisco González Cabaña.
El presidente de la Diputación y responsable de la estructura provincial socialista intercambia palmadas, carantoñas y risas con el máximo dirigente de la Junta.
Las quinielas también dan al alcalde de Benalup como uno de los aspirantes a iniciar un ostracismo por relevo. Los fotógrafos ametrallan el momento por lo simbólico de la imagen, más allá de lo institucional y previsible.
Griñán abre el encuentro. Los periodistas sólo pueden permanecer unos minutos. «Vengo a presentar mi proyecto de viva voz al equipo dirigente del PSOE de la provincia de Cádiz. Quiero agradecerle personalmente el apoyo que me han prestado hasta ahora».
Se encierran en el salón de bodas del Hotel El Lago de Arcos. Precisan de un momento de intimidad. En política, las lunas de miel duran menos que en los matrimonios.