Retiran los cargos contra dos de los imputados por la agresión del botellódromo
La Fiscalía mantiene la petición de penas de 10 años de cárcel para los cuatro jóvenes al calificar la acción de «conjunta»
JEREZ.Actualizado:La acusación particular retiró ayer los cargos contra dos de los cuatro acusados por la agresión del botellódromo, en la que el joven Adrián Iglesias perdió un ojo una madrugada de octubre de 2008. Para los otros dos mantuvo la petición de 11 años de prisión como co-autores además de una indemnización civil por las heridas causadas. Por el contrario, el fiscal sostuvo la petición de penas de diez años de cárcel para los cuatro imputados por considerar que «fue una acción conjunta en la que cada uno ha colaborado de una manera para que se produjera el fatal desenlace».
El juicio quedó ayer visto para sentencia después de que pasaran por el tribunal varios policías locales que atendieron el aviso de la pelea (además del jefe de la Policía Local), los médicos forenses y el entonces delegado de Seguridad, Juan Manuel García Bermúdez, debido a la petición de responsabilidad civil subsidiaria al Ayuntamiento de Jerez.
Los policías aseguraron que existe un dispositivo de seguridad y vigilancia fijo para la movida e insistieron en que no tardaron tanto en llegar como habían declarado otros testigos, al igual que la ambulancia. Da la circunstancia, como certificó el responsable de la Policía Local de Jerez, Manuel Cabrales, que los dos agentes de paisano que suelen patrullar en el botellódromo estaban en el momento de la pelea levantando un acta en un pub cercano, una de las tareas que tienen encomendadas.
Sin lanzamiento
Entre los declarantes, fue decisiva la intervención de los médicos forenses que atestiguaron que las heridas que causaron la pérdida del ojo al joven corresponden «a una botella rota» ya que si hubiera estado entera en el momento del golpe se habrían producido contusiones y una pérdida de consciencia que el herido no sufrió. Explicaron además que esta botella tenía que haber sido «manejada» por alguien. Es muy poco probable que el lanzamiento a distancia del gollete roto (como habían declarado algunos testigos) provocara lesiones de tanta gravedad.
Otras versiones
En las conclusiones, el fiscal destacó que las declaraciones confusas de los testigos -muchos de ellos cambiaron su declaración en el juicio- aconsejaban dar más credibilidad a las que hicieron pocas horas después del altercado ya que pudieron estar «influenciados por el entorno y por el paso del tiempo».
La defensa de M. F. O -el único de los cuatro acusados que permanecía en prisión desde entonces- recordó que «sólo hay tres testigos que le imputan mientras que el resto ha negado su participación». Insistió en que «el que tuvo un roce anterior a la pelea con Adrián no fue él» y que «las declaraciones que lo señalan son ambiguas».
El letrado del otro acusado, J. M. R, recalcó que «es el único que fue a Comisaría tras conocer la gravedad de las heridas de Adrián» y que «los testigos señalan a M. F. O. en la rueda de reconocimiento y eso no se puede obviar». Por su parte, la abogada del Consistorio argumentó que «la agresión se produjo fuera del recinto habilitado como botellódromo, más allá de los aparcamientos».
En su intervención final, uno de los acusados no quiso dirigirse al tribunal mientras que los otros tres insistieron en su inocencia.