Más dura será la sanción

Néstor Gorosito conoció este pasado sábado de primera mano la dureza de los árbitros españoles. El técnico argentino del Xerez duró sólo cinco minutos en el banquillo, ya que, según reflejó el colegiado vasco Pérez Lasa, en el minuto cuatro de partido Gorosito acabó siendo expulsado por «levantarse del banquillo y dirigirse a mí tras la señalización de un penalti contra su equipo con voz en grito y llevándose la mano a la cara diciendo: 'Qué cara más dura, sinvergüenza, no tenéis vergüenza». Además, el colegiado fue más allá e incluyó en el acta arbitral que «cuando el cuarto árbitro se dirige a mí para comunicármelo a la vez que se acercaba para identificarlo se le volvió a dirigir a él diciéndole lo siguiente: 'Qué cara más dura, qué cara más dura'».

De esta manera, Néstor Gorosito se expone a una dura sanción en este su año de estreno como entrenador en el fútbol europeo. El técnico argentino del Xerez puede comprobar esta tarde cómo se las gastan en el Comité de Competición, ya que su acción puede llevarle a un castigo que iría de dos a cuatro partidos de sanción. De hecho, según el Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol, en su artículo 117, «dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes injuriosas o de menosprecio, siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes».

Castigo ejemplar

Sin embargo, si a esta acción le sumamos que los términos puedan ir al árbitro principal «y con ocasión o como consecuencia de haber adoptado alguna decisión (...), la suspensión será, como mínimo, durante dos encuentros». Ya dependerá de los miembros del comité analizar las imágenes y el acta firmado por Pérez Lasa para dilucidar y concretar el tiempo de sanción a Gorosito. Eso sí, Competición podría también sumar las quejas dirigidas por Gorosito al cuarto árbitro cuando se pitó el descanso, ya que, según el acta arbitral, «tras la señalización del final de la primera parte, y cuando el cuarto árbitro se dirigía al vestuario, se encontraba en dicho pasillo el entrenador del Xerez C.D. D. Néstor Raúl Gorosito, el cual se dirigió a él diciéndole 'no sirves para nada, sólo para hacer de vigilante, no servís para nada'».

Pero no es la primera vez que Pipo tiene problemas con el colectivo arbitral. Su fuerte carácter ya le jugó alguna mala pasada, sin ir más lejos, hace dos temporadas, cuando el míster del Xerez entrenaba a Argentino Juniors. El cuadro de La Paternal perdía 5-3 ante Colón en Santa Fe y Pipo acabó en la grada, con el consiguiente enfado del actual entrenador del Deportivo: «En el primer tiempo le reclamé al árbitro un claro penal del arquero Diego Pozo a Mariano Martínez y me echó, todavía no entiendo el porqué».

Mano dura

Sin embargo, los precedentes más preocupantes los vemos en otras ligas, como por ejemplo la 'Premier', donde el año pasado se llegó a sancionar al técnico del Manchester United, Alex Ferguson, con cuatro partidos de suspensión y el pago de una multa de 20.000 libras esterlinas (33.150 dólares) por insultar a un árbitro en octubre. Ferguson admitió en una audiencia la acusación de conducta impropia al cuestionar a Alan Wiley, de quien dijo no estaba «lo suficientemente en forma para un juego de esa categoría. El ritmo del fútbol exige un árbitro que esté en condiciones».

En Italia, por ejemplo, Mourinho tuvo que abonar una pequeña multa y cumplir partido de sanción a inicios de la presente temporada. Una cantidad mínima ante la que le cayó a Cassano (cinco partidos por insultar a un árbitro). Sin embargo, los ejemplos de la vehemencia del Comité lo ha podido comprobar el Xerez este mismo año, en un par de ocasiones. Pires insultó en Chapín al colegiado del encuentro, algo que también hizo Keita en el duelo ante el Atlético de Madrid. Al francés le sancionaron con dos partidos, aunque uno fue debido a la suma de tarjetas amarillas.