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fútbol | liga de campeones

El Barça sale vivo de Alemania

Mal partido de los de Guardiola que han logrado un valioso empate ante un Stuttgart que pudo hacer mucho daño a los azulgrana

P. Ríos
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El peor partido europeo del Barça que conquistó la pasada Liga de campeones tuvo lugar en Lyon en la ida de octavos de final, cuando Henry logró un 1-1 en la segunda parte que lo arregló todo.

Un año después, se repitió la historia. El equipo de Guardiola fue un juguete en manos del Stuttgart en la primera parte, pero llegó al descanso con un único gol en contra y en el minuto 51 Ibrahimovic empató. Entonces el Barça resolvió en la vuelta en el Camp Nou. A ver si el cuento sigue siendo el mismo...

Poco a poco comenzó a llegar con peligro gracias a los numerosos robos de balón en la línea media. El lateral zurdo Molinaro se prodigó por su banda con varios centros intencionados, anticipo del 1-0, que curiosamente llegó por el otro lado en el minuto 25. El germano-brasileño Cacau, que había marcado cuatro goles el sábado en Colonia, remató con un gran cabezazo un medido centro de Gebhart. Puyol, ayer lateral derecho, se despistó en el marcaje.

Gol polémico

El gol puso al Barça contra las cuerdas. Impreciso y lento como nunca, se agarró a Valdés y al colegiado holandés, Björn Kuipers, para llevar vivo al descanso. El portero desvió con valentía dos disparos de gol en sendas internadas de Cacau y Pogrebnyak, mientras que el árbitro no vio unas manos de Piqué y un empujón de un nervioso Márquez dentro del área. Sólo las acciones individuales de Messi recordaban al Barça de siempre. En una de ellas probó desde fuera del área con la zurda y el esférico, desviado por Lehmann, acabó besando el poste. La charla de Guardiola en el descanso debió ser convincente porque el Barça de la segunda parte fue otro. Iniesta, perdido en la banda, se acercó más a Xavi en el centro para combinar. Un cambio táctico tan pequeño como decisivo.

Sin maravillar, el conjunto azulgrana por lo menos recuperó el control del juego. Y muy pronto, en el minuto 51, empató con un remate a bocajarro de Ibrahimovic en dos tiempos tras una primera intervención de Lehmann. La incorporación de Piqué, que asistió de cabeza al sueco rozando el fuera de juego, fue fundamental. Con el 1-1 el partido fue otro. El Barça comenzó a intimidar y a hacer retroceder al Stuttgart, que pagó su derroche físico inicial. Hasta el árbitro se equivocó a favor de la escuadra alemana al perdonar la roja directa a Molinaro y el penalti tras una 'zamorana' del italiano bajo palos en un remate de Ibrahimovic. Más sereno, el Barça no arriesgó en el pase e hipnotizó poco a poco al Stuttgart, que salvo en una ocasión de Khedira y en otra internada de Molinaro ya no dio señales de vida hasta el final. El Camp Nou dictará sentencia, pero la ventaja ya es azulgrana.