El disfraz tenía delito
La Guardia Civil da el alto a un conductor que cuadruplicaba la tasa de alcoholemia y le requisa fotos de De Juana Chaos y del emblema de ETA Detenido un vecino de Medina que iba caracterizado de etarra
CÁDIZ. Actualizado: GuardarNo parece muy apropiado elegir un disfraz de terrorista en una tierra aún conmocionada por la amenaza de ETA, pero el sentido del humor de un vecino de Medina le dictó todo lo contrario. Eso sí, pocas risas provocó en los agentes de la Guardia Civil que se encontraron no sólo con un conductor ebrio, sino también con un etarra de mentira, pero con ikurriña (bandera del País Vasco) y fotografías del etarra De Juana Chaos y del emblema de la banda sanguinaria como complementos de un tipo muy peculiar.
Según confirmaron desde la Subdelegación del Gobierno, J. M.L. G. circulaba de forma temeraria por el casco urbano de Medina Sidonia el pasado domingo, en torno a las once menos cuarto de la noche. Los agentes que se percataron de que podía estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas, le dieron el alto para proceder a identificarlo y someterlo a la prueba de alcoholemia.
El sospechoso detuvo su vehículo y dejó a más de un agente boquiabierto cuando vieron que estaba disfrazado de terrorista. Bien es cierto que si no fuera por la ikurriña o por las fotografías del etarra De Juana Chaos que portaba consigo, el tipo era de difícil averiguación a simple vista. Sin embargo, la actitud del conductor tras recibir el alto de los agentes fue lo que complicó las cosas hasta verse detenido por tres delitos distintos.
J. M. L. G. se alteró al saber que la Guardia Civil quería que se sometiera al test de alcoholemia, incluso trató de agredir a los guardias, que terminaron por reducirlo. Este comportamiento sirvió para que los agentes procedieran a su detención por atentado contra agente de la autoridad, por delito contra la seguridad del tráfico y apología del terrorismo.
Otras fuentes consultadas por este periódico confirmaron que finalmente las pruebas arrojaron una tasa que cuadruplicaba los límites de alcohol permitidos en sangre.
La apología del terrorismo está descrita en el Código Penal como cualquier enaltecimiento o justificación de los hechos que comete una organización terrorista o de cualquiera de sus integrantes. En este caso, el asidonense portaba un emblema y una fotografía de un etarra sin que el sentido de ambos símbolos fuera despreciativo hacia ETA o sus militantes. El disfraz a J. M. L. G. le puede salir excesivamente caro porque además de la pena que le pueda caer por los otros dos delitos, la apología está penada con condenas que van de los 12 meses a los dos años de cárcel. Si bien, todo puede quedar en un susto si el juez archiva el caso. El falso etarra quedó en libertad con cargos.