Denuncian a un menor por amenazar a un monitor que no le dio un cigarro
El joven ha sido trasladado desde Jerez a un centro de internamiento terapéutico en Algeciras a la espera del juicio
JEREZ.Actualizado:Un cigarro parece haber sido la causa para que presuntamente un joven amenazara a un educador de la comunidad terapéutica de Jerez en la que recibía tratamiento por sus adicciones. Como pudo saber este medio, el menor pidió tabaco al monitor y, al no conseguirlo, la emprendió con el mobiliario que tenía alrededor y a proferir insultos y empujones hasta que llegó a las amenazas.
Según fuentes judiciales, el joven tiró una silla contra una puerta de cristal y propinó puñetazos a un espejo. En su declaración, el denunciado niega que amenazara al monitor con un trozo del cristal que había roto, cuestión que se dilucidará en el juicio, aunque es el motivo de la denuncia presentada por la dirección de la comunidad terapéutica jerezana. El menor asegura además que no cogió la pieza de cristal del suelo sino que la tenía en la mano después de haber roto algunos elementos del mobiliario del centro. Ante esta situación, el pasado viernes la Fiscalía de Menores solicitó una medida de internamiento terapéutico provisional de tres meses prorrogables a otros tres más a la espera de la celebración del juicio. Ni el menor denunciado ni su abogado defensor se opusieron a la propuesta por lo que el chico, de origen marroquí, ya ha sido trasladado a unas instalaciones específicas de Algeciras.
De la Junta
Hay que recordar que el recinto en el que se produjeron los hechos no es un centro de reforma juvenil -vinculado a Justicia- sino un centro de menores dependiente de la Junta de Andalucía, en este caso, dedicado al tratamiento de jóvenes desamparados con problemas de adicción a las sustancias estupefacientes gestionado por Proyecto Hombre. Al parecer, el menor que presuntamente protagonizó estos hechos ha pasado durante su adolescencia por diferentes centros de protección de menores de Sevilla y Huelva antes de llegar a Jerez.
Es habitual que la Fiscalía de Menores tome medidas como ésta en situaciones en las que está implicado un joven de entre 14 y 18 años de edad.