Macacos con rabo
Actualizado:Hermano David no es un religioso, sino el médico que dirige el Instituto Oftalmológico Nacional de Angola. Hermano es su nombre de pila y David, su primer apellido. En un paréntesis del viaje, aprovecha para recordar la manera de ejercer el poder de los colonizadores lusos, que llegaron a bautizar el país como África Occidental Portuguesa y lo abandonaron en 1975 con las orejas gachas, desgastados por una guerrilla independentista a la que combatieron catorce años. David cuenta el control que ejercían los portugueses sobre los nativos, a quienes se 'examinaba' con distintas pruebas cuando querían abandonar sus costumbres y abrazar las ideas del imperio luso y de la religión católica. Los inspectores coloniales visitaban la casa del aspirante a converso para comprobar si tenía fogón o seguían cocinando directamente sobre las llamas, si comían fungo (una papilla sosísima de uso cotidiano), si dormían en camas o sobre el suelo. Cuando el aspirante lograba pasar las primeras inspecciones, su documento de identidad recibía el sello de conformidad. Dado que el DNI de los nativos tenía un formato similar al de nuestros pasaportes de ahora, los portugueses habían dispuesto que en su portada figurara el dibujo de un macaco con su rabo correspondiente. En el momento en que el funcionario colonial consideraba que el aspirante era apto para ser cristianizado, procedía a cortar el rabo de cartón del macaco que ilustraba la portada del documento. «A partir de ese momento, ya eras portugués asimilado».