EL SILENCIO DE LOS QUE MANDAN

He echado en falta el apoyo institucional de las cofradías de la ciudad hacia la hermandad del Nazareno. Así lo dije hace pocos días, y así lo repito ahora. Porque ha dado tiempo más que de sobra para que todos los cofrades cerrásemos filas en torno, no ya a la hermandad de Jesús Nazareno, que también, sino con una de las devociones más importantes que tiene, ha tenido y tendrá nuestra ciudad.

Por eso, las muestras de cariño y de afecto demostradas por algunas cofradías emitiendo comunicados de repulsa ante la blasfemia de poner la cara de Zapatero en el rostro de Jesús Nazareno, jugando hábilmente con el Photoshop, me han parecido insuficientes a todas luces. Cariñosas, admirables, tiernas algunas, pero absolutamente insuficientes.

¿Dónde está el Consejo de Hermandades y Cofradías? Hemos dejado pasar sin mancha una afrenta contra lo más importante que tenemos en nuestra Semana Santa, nuestras devociones, nuestra fe. Hemos dejado que usurpen nuestras creencias, y seguramente nos contentemos con las disculpas que se han publicado en la revista. ¿Dónde ha estado el Obispado en todo esto? ¿No merecía la ocasión una nota oficial, una carta pastoral de aliento? Hemos retratado nuestras vergüenzas nosotros, mucho mejor que la revista. Y lo siento de corazón...