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José Luis Rodríguez Zapatero, durante el mitin que el PSOE celebró ayer en Málaga, que congregó a unas 15.000 personas. :: EFE
ANDALUCÍA

«A Rajoy no le pido que me ayude a mí, sino a España»

José Luis Rodríguez Zapatero considera «inmoral» que el PP «ponga en duda» la solvencia del país

ALFONSO TORICES
MÁLAGA.Actualizado:

José Luis Rodríguez Zapatero aprovechó ayer un mitin multitudinario del PSOE en Málaga para reclamar al PP que acuda el jueves a la reunión que todos los partidos mantendrán con una comisión del Gobierno para tratar de pactar en dos meses un paquete de reformas que ayude al país a salir de la crisis. «Señor Rajoy -señaló el líder socialista-, no le pido que ayude al Gobierno, le pido que se responsabilice con la sociedad española». El jefe del Ejecutivo, enérgico, con traje de pana y jaleado de forma constante por los 15.000 simpatizantes que abarrotaban el recinto central del Palacio de Congresos, se dio un baño de multitudes y se desahogó tras varias semanas de malas noticias económicas, presiones internacionales y caída en picado en las encuestas.

El presidente del Gobierno no sólo hizo una apuesta inequívoca por la urgente necesidad de un pacto político-económico nacional, sino que usó la tribuna para reclamar empuje y confianza a los socialistas -de quienes espera «esfuerzo, confianza, sacrificio y responsabilidad»- para reprender al PP por dudar de la solvencia de España y para lanzar otro aviso a los especuladores, a los que responsabilizó de la crisis y contra quienes dijo que serán «muy firmes» con los cambios en el sistema financiero y en la persecución de los paraísos fiscales. Dijo que no está dispuesto a caer en «la doble trampa de la derecha»: no hablar de las causas de la crisis -«para que todo siga igual»- e ignorar la necesidad de «una suma de voluntades» para superar las dificultades.

Momento grave

Zapatero no ocultó la gravedad del momento económico y señaló que el desafío de superar la recesión es «grande» y que va a exigir «sacrificios para la mayoría». Esta situación, señaló, «exige la unión de todos, porque la unión hace la fuerza, y necesitamos de la fuerza de todos para salir de la crisis». Pidió a los partidos que arrinconen «diferencias» y construyan juntos «pensando en los que no tienen empleo» y a Rajoy, que el PP vaya el jueves a la mesa de negociación «a presentar sus propuestas y no a descalificar las nuestras». Al líder del PSOE se le llenó la boca de la palabra acuerdo, abierto a propuestas y reformas desde la izquierda a la derecha, pero también quiso dejar claros los límites. «Nunca, nunca, nunca, en contra de los más débiles», remachó.

Reforma laboral

Queremos un acuerdo social, dijo, pero, «pese a que me lo pidan y me lo pidan, con este Gobierno los trabajadores no van a perder derechos en la reforma laboral». «Vamos a reducir el déficit -añadió-, pero lo vamos a hacer bien, en su momento y sin recortar el gasto social». Según su plan, «primero vamos a crecer, después a dejar de destruir empleo, luego a crearlo, y nos vamos a dejar la piel para conseguirlo».

La parte más dura de su discurso se la dedicó al PP y, en concreto, a Rajoy, porque cree que «quiere cubrir con un manto de pesimismo nuestro futuro». «¡No hay derecho!, nadie puede poner en duda la solvencia de las cuentas públicas y la de España como país», se quejó indignado, mientras recordaba que tiene la menor deuda de la UE, al tiempo que reivindicó su «solidez».