Desagravio a Chaves

El mitin socialista de Málaga, que sirvió para conmemorar el 30 aniversario del Estatuto andaluz, se transformó en un claro desagravio al vicepresidente Manuel Chaves después de que el Tribunal Supremo rechazase la querella del PP en la que le culpaba de haber prevaricado cuando estaba al frente de la Junta para favorecer a la empresa en la que trabajaba su hija Paula.

El ex presidente andaluz fue aplaudido y vitoreado en todo momento y la persona que más le atacó con esta acusación, el líder de los populares de Andalucía, Javier Arenas, terminó como blanco de las iras de oradores y público.

Rodríguez Zapatero provocó los mayores apoyos cuando dijo: «Rindo homenaje y traslado mi cariño y agradecimiento a Manuel Chaves, porque es un gran socialista al que la derecha no le perdona que le haya ganado en tantas elecciones».

Minutos antes había hecho lo mismo el actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, cuando mandó recuerdos a Chaves «contra los que practican la calumnia y no respetan nada».

Los tres aprovecharon para rechazar la victoria que las encuestas dan por primera vez al PP en Andalucía y aseguraron que Arenas, al que Chaves tildó de «príncipe del rencor» y «eterno perdedor», no ganará al PSOE. Zapatero se mostró seguro de la victoria futura y bromeó con la ilusiones del PP: «La derecha lleva tantos años, tantos años, esperando un milagro...y ahora otra vez».

El líder del PSOE señaló que Andalucía es «la columna más fuerte del socialismo español» y que «el PSOE es lo que es en España gracias a los socialistas andaluces», por lo que les dio las gracias, ya que considera que son «los principales responsables del cambio experimentado en el país».