El lujo oculto de Lemoniez
Ana Locking inyecta optimismo a través de una intensa paleta cromática a su colección, un canto a un "destino circular"
MADRID Actualizado: GuardarPasado el ecuador de Cibeles Madrid Fashion Week de la mano de Hannibal Laguna y Juanjo Oliva, que supieron dar brillo, elegancia y su tradicional buen hacer a la pasarela, llega la jornada dominical. El cuarto día se ha dedicado a las colecciones de José Miró, Ailanto, Lydia Delgado, Kina Fernández, Miriam Ocáriz, Ana Locking y Lemoniez.
La tendencia 'ochentera' de Miró
El primero en mostrar sus propuestas ha sido José Miró, que se ha inspirado en Babel. Se trata de una colección plural, innovadora, surgida de la concepción del mundo como un todo fundiendo elementos de multitud de culturas. Tejidos que con el paso del tiempo se van fusionando bien para el calor o bien para el frio: lana, seda, algodón, sin olvidar los tejidos totalmente ecológicos que suponen un auténtico principio para el cambio.
La paleta de colores de Miró va desde el marrón hasta el gris, pasando por otros como el verde, el azul, y el bronce. Todo ellos se utilizan en multitud de matices que van variando según la prenda: brillos, mate, irisados... Mención especial merecen los zapatos, creados y pensados para la mujer de este siglo. Una nueva forma, tecnología aplicada para conseguir funcionalidad, diseño y máxima feminidad.
La música, inspiración de Ailanto
Tras Miró han llegado los gemelos de Ailanto, Aitor e Iñaki Muñoz, quienes han querido hacer protagonista absoluto de esta temporada al pantalón, cuya versatilidad en diferentes volúmenes, largos y texturas lo usan para lograr un look juvenil, casual y algo excéntrico.
La segunda prenda estrella de la firma son los grandes pliegues, ayudándose de pañuelos y nudos que combinan en vestidos, faldas y pantalones con la organza de seda, el otomán de terciopelo dorado y las sedas mezcladas. Ailanto marca la cintura femenina y juega con la mezcla cromática de amarillos, fucsias, corales y mostazas con negros, grises y ocres.
Las modelos, caracterizadas como jóvenes intérpretes de música clásica, desfilaron sobre una pasarela convertida en un enorme piano de cola, fuente de inspiración de sus estampados de instrumentos musicales camuflados entre ramos florales barrocos.
La mujer ultrafemenina de Lydia delgado
Lydia Delgado puso a desfilar con 'Les Belles' a su hija, Miranda Makaroff, y a Gala González, directora creativa de la línea 'U' de su tío Adolfo Domínguez inspiradoras de su última colección. Su seña de identidad es la mezcla de ropa de día y de noche, como demuestra la combinación del tacón con el calcetín corto.
El universo de la diseñadora se recrea en jerséis de lana combinados con faldas de lentejuelas y un toque lencero, blusas de crepe de seda marfil, a veces con pequeños lunares y vestidos sirena de seda, con hombreras superpuestas de pelo artificial a juego con espectaculares gorros. Los abrigos de paño cubren centelleantes vestidos de noche, blusas de aire retro y jerséis rematados con grandes lazos en una gama de colores que van del coral, al topacio o maquillaje.
Estilos contrastados a ritmo de rock para Kina Fernández
Kina Fernández sabe que la firma estará en buenas manos con su hija María Álvarez cuando decida pasarle el testigo. Aunque María ya colaboraba en sus colecciones, la presentada hoy en Cibeles "es básicamente de ella", según la diseñadora.
David Bowie y los ochenta han sido la fuente de inspiración de la marca para la próxima temporada, en la que destacan los abrigos de volúmenes amplios. Tejidos gruesos y lanosos se unen a la perfección con recogidos naturales en ligeros vestidos de seda y chaquetas, cuya seña de identidad, según María, son los grandes botones. Poco colorido pero intenso, como el rojo pasión, azul ducado, amarillo y negro, en un estilo definido por la hija de la diseñadora como "muy chic a la vez que práctico", a lo que contribuye el retorno a las chaquetas "chanel".
La mujer de Ocariz, entre el confort y la sofisticación
Deportiva, confortable, femenina y en ocasiones desenfadada, aunque también sofisticada y hasta futurista. Con esta colección ha abierto la jornada de la tarde la diseñadora Miriam Ocariz, que ha presentado una propuesta donde domina el soporte ágil y cálido sin olvidar ese punto exquisito y elegante que siempre busca la mujer.
La bilbaína ha trabajado mediante técnicas que combinan estructuras planas y circulares consiguiendo así un elaborado resultado de cortes y pespuntes que funden elementos futuristas con delicados juegos de frunces y volúmenes femeninos. El tejido en pieza simula el tricot clásico y sirve de soporte para vestidos dobles en los cuales la lana se adapta al cuerpo creando una estructura cálida que integra, además, finos tejidos de gasa y chifón. Con una visión más técnica y estructura compacta, la modista dibuja también mediante líneas la estructura del cuerpo, mostrando estratégicamente detalles como brillantes lentejuelas.
La centrifugadora de colores de Locking
Ana Locking aprovecha un momento de felicidad vital para inyectar optimismo a través de una intensa paleta cromática -naranjas, celestes, rosas que evolucionan hasta los estampados finales- a su colección, un canto a un "destino circular".
La diseñadora utiliza patrones y tejidos clásicos (satén, crepé de seda y de lana), muy femeninos y que marcan la cintura, pero le añade constructivismo formando puzzles de piezas geométricas en vestidos, faldas y chaquetas. Tres apuestas especiales sobre la pasarela, en la que hubo propuestas para los chicos: bisutería "efímera" hecha a base de cera y latón, vainica artesanal y prendas multicolor de papel encapsulado entre organza de cristal transparente que pretenden tener la apariencia de un lienzo.
El lujo oculto de Lemoniez
Por contra, un sobrio Lemoniez ha puesto punto y final a la jornada de hoy. El diseñador busca el "lujo oculto" con vestidos de corte suave y siluetas anchas pero fluidas. Los patrones estructurados se rompen con aberturas que maquillan la sencillez en abrigos, capas y vestidos de media altura.
Los trajes de chaqueta y los negros vestidos de noche -largos hasta los pies- son más ceñidos. Tonos empolvados y dorados, beige, rosa pálido, berenjena y visón. La intensidad sólo aparece con el negro y el amarillo de blusas seductoras.