Pasan de la vicepresidenta

El PP hurga en la herida. Soraya Sáenz de Santamaría anunció ayer que su objetivo en la sesión de control al Gobierno no será, como hasta ahora, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, sino la número tres en el escalafón del Ejecutivo, Elena Salgado. La decisión, avalada por Mariano Rajoy, abona el morbo político.

Los populares analizan la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de excluir a la vicepresidenta primera de la comisión que debe cerrar en dos meses un pacto anticrisis como una crisis de gabinete encubierta. En los mentideros políticos se barrunta que el presidente ha podido retirar la confianza a su más estrecha colaboradora.

Al menos, este es el argumento que los populares se afanan en divulgar. De hecho, Rajoy destacó ayer en Barcelona que su portavoz parlamentaria dirige sus preguntas a quien cree que tiene más influencia y capacidad de decisión. Esteban González Pons se mostró más contundente. «Como ya no cuentan con ella como vicepresidenta ahora la utilizan en polémicas menores», comentó ácido el vicesecretario de Comunicación del PP en alusión a las críticas de De la Vega a las últimas declaraciones del ex presidente Aznar.

«Me faltan horas»

La aludida describe los hechos de una manera muy distinta. La vicepresidenta primera del Gobierno, después de la reunión del Consejo de Ministros, restó importancia al hecho de que no forme parte del triunvirato anticrisis elegido por Zapatero. «Me faltan horas para poder hacer todo el trabajo que tengo», sentenció en un intento de desmentir los comentarios sobre su presuntos declive en el Ejecutivo.

De la Vega sonrió cada vez que algún periodista formulaba una pregunta relacionada con su posible salida del Ejecutivo y respondió de forma tajante: «No». Sobre la decisión de la portavoz del PP de no preguntarle en el próximo pleno, ironizó: «Será que el PP comparte toda la acción política del Gobierno».

Se da la circunstancia de que José Luis Rodríguez Zapatero tampoco estará el miércoles en el Congreso -estará en Ginebra, en un acto relacionado con la presidencia de turno de la UE- y, ante la decisión del PP, la propia De la Vega ha optado por marcharse a Bruselas «a resolver asuntos del Gobierno».