Los encargados reconocen que eran clubes de alterne y no meros hoteles
Los detenidos volvieron a los calabozos de la comandancia, a la espera de que hoy declaren Juan Luis Galán y su mujer Isabel Aguilar
CHICLANA.Actualizado:Que la red de los Galán estaba formada por clubes de alterne, nadie lo dudaba. Lo decían las luces de neón, los anuncios que prometían «relax» y las prostitutas. Ayer, los encargados de los seis 'hoteles' Galantería -detenidos dentro de la 'operación Toscana'- reconocieron ante el juez esta evidencia: eran prostíbulos. La declaración puede parecer de perogrullo, pero implica mucho, ya que significa que la empresa de los Galán se beneficiaba del sexo. Oficialmente, aquellos locales eran hoteles cuyo objeto social es el alojamiento y, por tanto, sólo cobraban a las prostitutas el alquiler de las habitaciones. Cada una pagaba 25 ó 50 euros diarios, dependiendo de si se hospedaban en él o vivían fuera (las segundas pagaban más), aunque según el testimonio de las chicas, también debían entregar esa cantidad los días que no trabajaban.
La investigación indica, en cambio, que la empresa cobraba por algo más que el alojamiento. Por ejemplo, si un hombre solicitaba que una prostituta le ofreciera sus servicios fuera del local, debía pagar al club 300 euros que iban supuestamente a las arcas de los Galán. El negocio de los 'hoteles' permitió a la familia amasar una fortuna: se han calculado cinco millones en propiedades, entre ellas 20 vehículos de alta gama y fincas; más un millón de euros en metálico hallado en los registros de la Guardia Civil, que supuestamente no consta en Hacienda. Se investiga, además, que la familia posea una veintena de empresas más a nombre de testaferros y otros negocios en el extranjero no declarados.
Ayer, el abogado de trece de los detenidos, José Luis Tellado, insistía en que no se practicaba el proxenetismo, pues no existía «ni coacción ni violencia» contra las mujeres. También en este punto las diligencias dicen lo contrario, ya que, aunque a los detenidos no se les imputan agresiones, las prostitutas estaban sometidas supuestamente a multas económicas, por ejemplo, por pelearse entre ellas o no estar en la discoteca del club a las seis de la tarde. Como pena debían pagar presuntamente la habitación dos veces. Aparte, empleados de los locales han reconocido que las chicas eran obligadas a trasladarse de un club a otro bajo la amenaza de echarlas. Desde que comenzó la investigación en abril, al menos 500 mujeres se 'hospedaron' en los Hoteles Galantería.
Los Galán declaran los últimos
A diferencia del día anterior, la presencia de la prensa en la puerta de los juzgados de Chiclana fue casi testimonial, sin apenas periodistas del corazón. En cambio, la jornada sí coincidió en lo maratoniano del trabajo. Los detenidos llegaron a las 10.15 horas, arropados por sus familiares y trabajadores que les lanzaban gritos de «ánimo», y salieron del juzgado doce horas más tarde. Aún así, al juez de instrucción no le dio tiempo a preguntar a las nueve personas que quedaban por declarar.
Los miembros del clan fueron reservados para el final, así que sólo pudieron presentarse ante el juez el ex torero Juan Pedro Galán, y su hermana Rocío, que desgranaron su papel en la empresa familiar durante una hora cada uno. Los quince detenidos fueron devueltos ayer a los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil en Cádiz, donde pasaron su tercera noche. El magistrado amplió 48 horas más el plazo de detención para todos, a la espera de que hoy acudan a declarar los supuestos cabecillas de la trama: Juan Luis Galán y su mujer María Isabel Aguilar. El juez deberá establecer también si decreta la libertad para ellos o los envía a prisión.