Empotra en venganza su avioneta contra una sede de Hacienda en Texas
NUEVA YORK.Actualizado:Todo el mundo puede simpatizar con la frustración que desata pagar impuestos, pero nadie la ha llevado tan lejos como Joseph Stack, un ingeniero informático de 53 años que ayer quemó su casa, se montó en una avioneta y se inmoló al estrellarse contra un edificio que alberga a las oficinas de Hacienda en Austin (Texas).
Es difícil decir cuál fue exactamente el detonante, pero una compleja nota que dejó colgada en Internet da cuenta de una vida de resentimiento contra leyes que «siempre tienen dos interpretaciones, una para los ricos y otra para el resto de nosotros», escribió alguien que, como mínimo, comparte su nombre, apellido y profesión. «Esa pequeña lección de patriotismo me ha costado más de 40.000 dólares (29.400 euros), diez años de mi vida y mi plan de pensiones de vuelta a cero», explicó.
Parece que colmaron su paciencia «los políticos ladrones y mentirosos» que «se sientan a hablar indefinidamente año tras año sobre el terrible problema de la atención sanitaria», las «impensables atrocidades de ejecutivos como los de General Motors», que «cuando es hora de que su tren se estrelle bajo el peso de su glotonería y desbordante estupidez no tienen problemas en conseguir ayuda en cuestión de días», prosiguió. Finalmente, agregó que «los líderes de este país que no ven esto tan importante como rescatar financieramente a unos cuantos villanos y a sus amiguetes ricos».
Stack falleció al instante en la perpetración de su venganza y probablemente se haya llevado por delante a un inspector de Hacienda que trabajaba en la segunda planta del edificio incendiado, al quien la Policía no ha podido localizar. Otras dos personas fueron evacuadas con quemaduras graves y unas 180 escaparon ilesas. Las autoridades insistían en no calificarlo de acto terrorista, mientras la CNN se preguntaba si la palabra ha quedado reservada a los extremistas islámicos.