Estados Unidos levanta el veto a Siria tras cinco años de hostilidad
La Casa Blanca confirma a Robert Ford como embajador en Damasco tras mantener cerrada la legación diplomática desde hace cinco años
JERUSALÉN.Actualizado:Ya es oficial: Barack Obama ha designado a un diplomático de carrera, Robert Ford, que, si es confirmado por el Senado de su país y aceptado por Siria, se convertirá en el primer embajador de Estados Unidos en Damasco desde hace cinco años.
Semanas después de que medios árabes especularan con esta decisión presidencial y con el nombre de Ford, la Casa Blanca confirmaba ayer la candidatura, que se ha interpretado como una nítida apuesta de Obama por llevar a cabo su compromiso de mejorar las relaciones con Siria y distanciar al régimen de Bashar al-Asad de la influencia de Irán.
Para Washington, se trata de dar estímulos para que Damasco -un actor «clave» en Oriente Próximo- juegue un papel positivo en el proceso de paz de la región y más allá, para que participe en la estabilización de su vecino Irak, con el que comparte una porosa frontera que ha sido frecuente conducto de paso para los combatientes de Al-Qaida. No obstante, en sentido contrario a estas expectativas, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, hacía alarde a principio de febrero de su amistad con los sirios al subrayar que ambos aliados están llamados a desempeñar «la misión de crear un nuevo orden mundial basado en la justicia, la humanidad y la creencia en Dios».
Estados Unidos retiró a su representante diplomático en 2005, poco después del asesinato en Beirut del ex primer ministro libanés Rafic Hariri, lo que provocaría también la salida de las últimas tropas sirias del país del cedro tras una ocupación de veintinueve años, al sospecharse que Damasco estaba detrás del atentado.
A principios de mes, el ministro de Exteriores sirio, Wallid Muallem, señalaba que, de acuerdo con el habitual protocolo, Damasco tenía el «derecho a estudiar» cualquier candidatura propuesta por Washington, que a pesar del acercamiento en mayo de 2009 renovó las sanciones contra el país árabe acusándolo de apoyar acciones terroristas.