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Dubai desenmascara al Mossad
El emirato cree que espías israelíes con pasaportes falsos de europeos asesinaron al dirigente de Hamás Al-Mabhuh
JERUSALÉN. Actualizado: GuardarNo es extraño que Israel esquive las sospechas sobre las operaciones de sus servicios secretos en el extranjero con un silencio hermético o con el recurrente «sin comentarios». Lo que es extraño es que alguien de su Gobierno se enrede recordando innecesariamente que Tel Aviv mantiene una «política de ambigüedad» en materia de espionaje. O que apunte a «cualquier otro servicio de inteligencia o país», como ayer hizo el titular de Exteriores, Avigdor Lieberman, cuando se refirió a las acusaciones que señalan al Mossad como autor de la muerte del dirigente de Hamás Mahmud al- Mabhuh, el pasado enero en Dubai.
Las palabras del ministro no hacían ayer más que espolear esa versión, agigantada desde que el pasado lunes el jefe de la Policía del emirato, Dhahi Jalfan Tamiz, difundiera los retratos de diez hombres y una mujer que presuntamente acabaron con la vida del líder miliciano palestino y posteriormente se haya revelado que actuaron con pasaportes europeos falsos.
Un modus operandi propio del Mossad, que ya empleó esa táctica en 1997, cuando -durante el primer Gobierno de Benyamin Netanyahu, hoy también en el poder-, dotó de papeles canadienses a uno de los agentes involucrados en el intento de asesinato en Damasco del jefe de Hamás, Jaled Meshal. En los años setenta, Reino Unido protestó ante Israel al saber que uno de los espías utilizó un documento británico para viajar a Beirut, donde se perpetró el asesinato del líder palestino que organizó la matanza del equipo hebreo en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.
Los descubrimientos de la Policía de Dubai están sorprendiendo a muchos en Israel y poniendo nerviosos a otros. Porque ya han comenzado las complicaciones con Londres. Allí, los liberaldemócratas exigían ayer que las autoridades judías aclaren por qué al menos seis de los once sujetos aparecidos en la lista acusatoria del emirato emplearon pasaportes británicos para entrar en el territorio.
La petición de responsabilidades llegaba después de que los principales diarios de Tel Aviv abrieran ayer con la noticia de que la identidad de esas personas corresponde a la de hebreos y residentes en Israel nacidos en el extranjero, que ahora pelean por defender que jamás estuvieron en Dubai. Uno de ellos, Melvyn Mildiner, se quejaba en declaraciones a la BBC de que, por culpa de esta historia, se fue «a la cama con neumonía y se despertó como un asesino».
Sobre el resto de los miembros de la célula, tres utilizaron nombres y pasaportes irlandeses, que Dublín ha asegurado que no existen en sus archivos. Hay también un individuo con documentación alemana y otro con identidad francesa. Dubai ha emitido una orden de detención internacional contra los once, ahora buscados por la Interpol.
Pero la amenaza de persecución podría agravarse. «Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Israel, será el primero en ser buscado por la Justicia si hubiera sido quien firmó la decisión de matar a Al-Mabhuh en Dubai», advertía el jefe policial del país árabe. «No descartamos al Mossad, pero cuando arrestemos a los sospechosos sabremos quién lo organizó», decía Dhahi Jalfan, sugiriendo que la investigación continúa en marcha. Y puede que no sea la única.
«No sé por qué estamos dando por sentado que Israel o el Mossad, usaron esos pasaportes», reaccionaba Lieberman en declaraciones confusas realizadas a la radio del Ejército israelí, en las que se abstuvo de negar la participación hebrea en el complot. «Israel nunca responde, nunca confirma y nunca desmiente -insistió-; no hay razón para que cambie esta política».