El Villarreal salva un final agónico

El Wolfsburgo tomó ventaja en la eliminatoria frente al Villarreal en El Madrigal con un empate a dos goles en un partido vibrante, abierto y con ocasiones de gol por ambos bandos.

Desde el primer minuto, reflejaron en el campo sus estilos de juego: el de toque y manejo del balón por los locales y la rapidez y fútbol vertical de los alemanes. El Villarreal llegaban al área tocando la pelota y guardando la posesión del balón, para abortar las opciones de contragolpe alemanas. Pero este plan no funcionaba como esperaba el equipo español.

Mientras el peligro local fue escaso, los visitantes avisaron de su potencia en ataque desde el principio y, tras el primer cuarto de hora de tanteo, se comenzaron a suceder ocasiones de gol cada vez más claras y siempre del mismo lado.

Tan claras que se puede decir que Grafite a los 12 minutos, Riether a los 20 y Dzeko a los 23 perdonaron literalmente la vida y la eliminatoria al Villarreal.

Y es que parecía imposible fallar lo que fallaron en esas tres jugadas, con un remate de Grafite solo en área pequeña que se fue fuera, otro de Riether que, también solo, no supo rematar a gol y por último una gran jugada de Dzeko, que solo ante Diego López disparó desviado. Ante ese despliegue ofensivo y de rápidas jugadas de contragolpe, los locales firmaron tan solo un remate claro de Pires que salvó Hintz y poco más.

Senna, lo mejor

Pero como suele pasar cuando se perdona de cara a la portería contraria y cuando ambos equipos esperaban el final de la primera parte, Marcos Senna aprovechó una falta para superar a Hintz con un fuerte disparo y desequilibrar el encuentro. Este gol cambió un poco la dinámica del encuentro, ya que el Villarreal salió más tranquilo al campo en la segunda parte y logró manejar el juego y, sobre todo, los contraataques de su rival.

Con este dominio y con varias llegadas y remates de los locales, parecía un partido más que controlado, pero si en la primera parte los delanteros visitantes perdonaron, en esta segunda no fue así. En la primera llegada del Wolfsburgo, Grafite fusiló a Diego López a los 65 minutos.

El empate no hizo bajar los brazos, ni la intensidad, a un Villarreal que puso cerco a la portería contraria, pero sin llegar a marcar. Un dominio que parecía claro, hasta que otra pelota larga a Grafite lo dejó solo en la carrera con Marcano, que, superado en la carrera, hizo un claro penalti que supuso el segundo gol alemán, también obra de Grafite.

Un gol que parecía sentenciar el partido y la eliminatoria, pero el canterano Marcos Rubén le dio vida a su equipo con el tanto del empate a falta de cinco minutos para el final.