Debate a cara de perro en el Congreso
Zapatero y Rajoy se enfrentan en el Parlamento sin posibilidad de acuerdo
MADRID.Actualizado:El debate sobre la situación económica que se celebrará hoy el Congreso apunta a una confrontación sin cuartel entre el Gobierno y el PP, a una discusión a cara de perro en las antípodas del pacto de Estado reclamado por partidos, sindicatos, empresarios y el propio Rey para sacar al país de la crisis.
El Gobierno resta excepcionalidad a la cita y ve el debate como una comparecencia más de José Luis Rodríguez Zapatero en el Parlamento para informar de la evolución de la crisis. El PP, sin embargo, busca convertir la discusión en una mezcla entre Debate sobre el estado de la Nación anticipado y moción de censura que permita visualizar el hundimiento de la credibilidad del Gobierno y presentar a su líder, Mariano Rajoy, como la única esperanza para salir de la recesión.
Zapatero repasará la evolución de la economía y el empleo en los últimos meses, insistirá en que la recuperación -que no la creación de empleo- está a la vuelta de la esquina, recordará las medidas tomadas para frenar la crisis y detallará las medidas y reformas estructurales que en este momento son necesarias para reactivar el crecimiento y el empleo en los próximos años.
El objetivo del presidente, según explicó ayer el portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, es buscar «acuerdos básicos» con el resto de los grupos para poder aprobar su agenda de reformas, compuesta principalmente por el plan de reducción del déficit hasta 2013, la reforma del mercado laboral, la estrategia para el cambio de modelo económico, el pacto por la Educación y la reforma del sistema de pensiones dentro del Pacto de Toledo. «Encaramos el debate con buena fe y esperamos la colaboración del resto de grupos, que esperemos estén a la altura de las circunstancias», comentó Alonso, quien añadió que «nuestro país lo que se merece es que los políticos encaucemos las posibles discrepancias y trabajemos razonablemente juntos, que es lo que merecen las personas de carne y hueso».
La estrategia del PP será bien distinta. Rajoy no lanzará ningún salvavidas a Zapatero, pero tampoco quiere que se cargue a su partido la responsabilidad de que la economía zozobre. El líder del PP, de entrada, va a exigira Zapatero un imposible: que dé un giro de 180 grados a su política económica. De lo contrario, el Ejecutivo socialista deberá seguir en solitario o, al menos, sin el aliento del PP. «No puede pretender que le apoyemos para volver a equivocarse», espetó Soraya Sáenz de Santamaría.
Rajoy insistirá en que él no gobierna y, por lo tanto, debe ser Zapatero quien adopte las decisiones para combatir la crisis. La portavoz del grupo popular también adelantó que el líder de su partido demostrará que tiene claro cómo sacar a España del bache económico, por lo que se presume que concretará alguna de sus recetas y abundará en otras ya conocidas: reducción de impuestos, reorganización del sistema financiero -para que el crédito llegue a familias y pymes-, reforma del sistema de pensiones y cambios en el mercado laboral.