Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizJerez
La Fiscalía elevó su petición a ocho años y medio para tres de ellos y mantuvo la inicial para uno. :: L. V.
Jerez

Sólo uno de los acusados por la agresión del Mamelón reconoce su participación

Los forenses tumbaron la versión de los imputados al certificar que solamente con dos puñetazos no se causan lesiones tan graves

VIRGINIA MONTERO
JEREZ.Actualizado:

Solamente uno de los cuatro jóvenes acusados de propinar una paliza a otro chico en las inmediaciones de la plaza del Mamelón en septiembre de 2008 reconoció ayer su participación en la trifulca mientras que los otros tres aseguraron que habían intervenido en la pelea con la única intención de mediar y poner paz. El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Sección Octava de la Audiencia Provincial en una sesión que duró más de tres horas.

Dos de los implicados, J. P. P. y R. M. G, aseguraron que fue la pareja que resultaría víctima de la agresión la que los incitó con gritos de provocación. Mantuvieron que el después herido pronunció una frase con la que se iniciaría la pelea: «Éstos no van a salir vivos de aquí», en referencia a los acusados, circunstancia negada tajantemente por la víctima y por su novia. Otro de los imputados , J. M. M, aseguró que vio de lejos la pelea y que acudió a mediar: «Vi un forcejeo de manos y me metí enmedio, empujando a mi amigo para separarles», dijo. Fue entonces, según su declaración, cuando apareció la Policía y los otros tres acusados salieron corriendo. Solamente este último permaneció en el lugar de los hechos «levantando al chico», aseguró.

D. L. M. fue el único que admitió haber propinado «dos puñetazos» a J. P. V. la noche del 12 de septiembre de 2008 y se mostró arrepentido. «Me acerqué a la pareja porque oí gritos. Él se puso más agresivo y me empujó. Antes de que él me pegara a mí, le di yo», dijo. Sostuvo que la víctima «no se cayó al suelo» y que «sangraba por la nariz», de ahí los restos que se hallaron en los zapatos y la ropa de algunos de los acusados. D. L. M. reconoció haber consumido alcohol y cocaína.

Después de que la jueza, el fiscal y los letrados escucharan a los acusados, fue la víctima la que dio su versión de los hechos: «Iba con mi novia andando hacia el coche y antes de poder montarnos teníamos a una persona delante, a otra al lado y otro un poco más alejado sosteniendo un taburete de bar», contó. El joven aseguró no recordar cómo cayó al suelo o si perdió la consciencia en algún momento. Sus lesiones fueron la rotura de la nariz y de la base de la órbita y del hueso malar, por lo que requirió una intervención quirúrgica pocos días después, además de varias heridas en el rostro.

Contundente

La declaración de la pareja del agredido pareció decisiva. La chica aseguró que «se veía claramente que iban a agredirnos y les pedí que soltaran las dos sillas que llevaban, una de plástico y un taburete de bar». Fríamente, la joven describió cómo «entre los tres tiraron al suelo a mi novio y empezaron a pegarle patadas. Era como Roberto Carlos cuando saca una falta», dijo. Aseguró que cuando corrió hacia la Policía se cruzó con otro de los implicados que gritaba «quillo, quillo» para avisar de la presencia de los agentes. La joven también ha denunciado a uno de los cuatro acusados por darle una patada para evitar que pidiera ayuda.

Otro de los momentos clave del juicio de ayer fue la intervención de los forenses, que certificaron que la agresión «podía haber causado una hemorragia cerebral. Un puñetazo no es suficiente para provocar estas heridas. Está claro que ha habido varios golpes». Confirmaron, además, que el informe del servicio de Urgencias de aquella noche indican «que hubo golpes en la cabeza. Es una zona ósea y hay que aplicar una fuerza notable para estas lesiones».

Un año más

Finalmente, la Fiscalía sumó un año más a su petición inicial para tres de los acusados mientras que mantuvo los siete años y medio para J. J. M. La acusación solicitó nueve años de prisión y una indemnización no sólo por las heridas físicas sino «por la humillación y el daño moral». El abogado Jesús Salido aseguró que «se ha agredido por placer, sin mediar palabra. Hay que tener en cuenta las repetidas patadas y su intensidad», dijo.

Por su parte, los letrados de la defensa solicitaron la libre absolución porque sólo hubo mediación en una pelea y aseguraron que «no es creíble que tres personas a la vez puedan pegar a alguien en la cabeza porque se estorbarían». Argumentaron también que D. L. M, según declaraciones de una psicóloga, «padece un trastorno de la personalidad que le impide controlar sus impulsos».

Al término de la vista, se vivieron momentos de tensión de la familia de los implicados hacia el representante de la acusación.