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Peor que Hacienda
Fuente Obejuna, el concierto de Bisbal y otras recaudaciones discutidas
Actualizado: GuardarDice la SGAE que, pese a sus esfuerzos, no consigue cobrar todos los derechos de autor que generan sus obras. Pero ha logrado algo más difícil todavía: superar a Hacienda y alzarse como la institución más odiada por los españoles, según un estudio de Ocio Networks sobre hábitos de la población. ¿Qué ha hecho la Sociedad de Autores para merecer esto?
Por ejemplo, ir a Fuente Obejuna a reclamar derechos por la representación popular del 'Fuenteovejuna' de Lope de Vega o, en la misma línea, tocar a la puerta del alcalde de Zalamea para reclamar su porcentaje por la función que cada año escenifican los vecinos con la obra de Calderón de la Barca. Otro caso que levantó verdaderas ampollas fue el de aquel concierto benéfico que David Bisbal aceptó ofrecer gratis para recaudar fondos que ayudaran a sufragar el costosísimo tratamiento médico de Juanma, un niño de cuatro años afectado por el 'síndrome de Alexander'. La SGAE reclamó a sus padres el 10% de lo recaudado, en torno a 5.000 euros, aunque terminó rectificando ante el abucheo general.
Pero, en la mayoría de los casos, son implacables. No se libra ni el Gobierno cada vez que suena el himno español: pese a que, en 1997, pagó 130 millones de pesetas para hacerse con los derechos, hasta 2026 debe pagar a los herederos del autor un 5% de lo que genere la reproducción de la pieza. ¡Hasta el Consejo General de Hermandades y Cofradías pasa por caja por las marchas procesionales!
La rebelión contra la SGAE está servida. Las peluquerías catalanas han propuesto a sus clientes llevar el iPod si quieren oír música y, en la comarca del Ripollès, no daban crédito cuando tocaron a la puerta de su centro de ancianos para cobrarles por el uso de la televisión. Las parejas que se casan deben 'invitar' a la SGAE, que se embolsa algo más de cien euros por cada boda, bautizo o comunión con música, y la minuta aumenta 50 céntimos por asistente a partir de 75 personas. La única forma de 'evadir' al cobrador es optar por una fiesta decimonónica e intentar que el personal se anime con Beethoven o Mozart, cuyas obras son de dominio público. Eso sí, si luego van a montarla con la 'Macarena', no engañen a la SGAE: la Agencia Española de Protección de Datos multó a la entidad con 60.101 euros por colarse en una boda y grabarla sin permiso. Imaginen al padrino: ¿usted es de la parte del novio, de la novia o de la SGAE?
La Comisión Nacional de la Competencia, en un informe reciente, ha reclamado una «revisión integral» de la ley que regula los derechos de autor y ha censurado la «posición monopolística» de la SGAE y las otras entidades de gestión en sus respectivos ámbitos.