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El cardenal Rouco Varela, en un congreso de católicos. :: EFE
ESPAÑA

Rouco Varela vincula la crisis económica al mal uso de la libertad

El presidente de los obispos se declara preocupado por el futuro de las pensiones y las prestaciones de desempleo

AGENCIAS
MADRID.Actualizado:

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, manifestó ayer su preocupación por la profunda crisis economica que sufre España, de la que dijo que las causas que más han incidido en ella no hay que buscarlas en el descontrol de los mercados financieros o la crisis hipotecaria de Estados Unidos, sino que tienen que ver con la conciencia y el «uso de la libertad», en definitiva, con el ejercicio «insobornable» de la responsabilidad personal y colectiva.

En su alocución semanal, titulada 'La conversación cuaresmal en tiempos de crisis', el arzobispo de Madrid habló de los problemas económicos que afectan a los ciudadanos ante una crisis «persistente y grave» que ha originado incertidumbre y «tensa preocupación».

Y las causas «más decisivas», indudablemente, según señaló, «hay que buscarlas en el ámbito de las conciencias y en el uso de la libertad». El cardenal Rouco entiende que estas causas son de «naturaleza ético-moral y espiritual y tienen que ver con el ejercicio auténtico, veraz e insobornable de la responsabilidad personal y colectiva». «En el fondo no se quiere aceptar una concepción y una consiguiente realización del hombre y de su vida en conformidad conlas exigencias más profundas de su ser y su destino, en el tiempo y más allá de él», dijo.

Así, para las causas «últimas» de la situación económica «urge y exigen conversión» de las conciencias «a la justicia y a la caridad». Por ello aseguró el cardenal Rouco Varela que «hay que estar dispuestos, en la vida privada y en la pública, a volver no sólo a 'dar cada uno lo suyo'», sino también a «distribuir cargas y beneficios con una cierta y ponderada objetividad y a promover justicia social y solidaria», lo que entiende imprescindible para «asegurar un mínimum de moralidad en las relaciones económicas, sociales y políticas».

«Hay que dar a Dios lo que es de Dios para poder dar al hombre lo que se le debe: ¿los bienes materiales que le pertenecen por justicia? ¡por supuesto!; pero, sobre todo, el amor, sin el cual a la postre tampoco se es capaz interiormente de guardar y cumplir imparcialmente las exigencias de la justicia», sentenció.

Subsidio y pensiones

Antonio María Rouco Varela destacó que vivimos una «crisis de nuestra economía con unas consecuencias dolororísimas para muchas personas y familias».

«Se pierde el trabajo; se teme perderlo; se teme al futuro: ¿quién y cómo se garantizarán las prestaciones para el desempleo, la jubilación, la vejez, la enfermedad?», resaltó para asegurar a continuación que «la inquietud es grande. La dura realidad de lo que se experimenta cada día en la vida personal, familiar y social avala, cuando no impone, esa impresión de incertidumbre y tensa preocupación que se advierte en los ambientes más populares y en la opinión pública».

«Se nos acerca la Cuaresma en un tiempo de crisis. Crisis económica, persistente y grave como pocas veces en el más próximo y alejado pasado. Los especialistas nos remiten a la crisis financiera del año 1929», añadió Antonio María Rouco Varela.

El presidente de la Conferenca Episcopal se pregunta: «¿Qué nos ha fallado? ¿En qué hemos fallado todos? Es indudable que se pueden señalar con acierto causas de orden técnico: de ciencia y praxis económica, sociológica, política y jurídica. Esas causas, sin embargo, no lo explican todo».

El cardenal-arzobispo de Madrid considera que para salir de la crisis hace falta salir del «humanismo relativista, tan de moda y que, por excluir a Dios, condena al fracaso todo intento, por muy bien intencionado que se le suponga, de salir de la encrucijada crítica en la que están inmersas las personas y la sociedad en el momento presente».