Pupitres millonarios

Sergio siempre juega con un duro de plata en el bolsillo. Quizás así nunca se siente completamente desplumado. Luce gorra y gafas de sol, el tradicional atuendo entre barajas. Supersticiones y manías abundan entre los asiduos del póquer. Aunque, a sus 31 años, Sergio Pardo no tiene razones para temer al mal fario. Más de 50.000 euros ha ganado en el último mes en torneos como el Campeonato de España de Póquer (Murcia) o el European Poker Tour de Portugal. Frigorista de profesión hasta que el paro se cruzó en su camino («con la obra está fatal la cosa», lamenta), decidió virar el rumbo de su vida. Junto a Pablo Carretero fundó en Granada el Club Picas, una de las pocas escuelas de póquer que hay en España y que supera el centenar de miembros.

Eurosuperpoker, Galeón, Leepoker, Titán... Casinos online en los que Sergio empezó a foguearse en internet. Entró con buen pie: «Empecé a ganar y lo primero que hice fue pagarme un viaje a Las Vegas». Desde entonces no falta su peregrinaje anual a la meca mundial del juego. Su anhelo, convertirse en jugador profesional de póquer. De momento, el ex frigorista sigue con los pies en el suelo: «Las ganancias, la mitad para torneos. El resto, para tapar agujeros, que no son pocos...».

Picas no es la única escuela surgida en España al calor de dobles parejas y tríos. De la mente de media docena de estudiantes de la Politécnica y la Universitat de Valencia salió Educapoker.com, pionera en la enseñanza online. «Los alumnos entran con un nivel elemental y salen con un postgrado bajo el brazo», aseguran sus creadores. Y gratis. Aunque el amor por las cartas y la didáctica no es lo único que mueve a los responsables de esta web. Reciben un porcentaje de la comisión que las salas virtuales de póquer se quedan del bote o de la inscripción de los jugadores. Algunas tan renombradas como Pokerstars, Full Tilt Poker, Betfair u 888.com. «Si tú ganas, nosotros ganamos», es uno de los lemas de Educapoker.com.

Compañero de 'pupitre' de Sergio Pardo en Picas, Jesús Castillo no es precisamente el último de la clase. En su vida anterior trabajaba en la hostelería. No más de 900 euros al mes. Ahora, su profesión es jugar al póquer por internet. Confiesa sus vivencias en un blog en la red y no oculta que se mueve en una media mensual de 3.000 euros de ganancias. No está mal para alguien que cuando empezó en esto, allá por junio de 2007 (tras otro viaje a Las Vegas), se marcó como objetivo lograr un 'jornal' mensual de entre 600 y 6.000 euros. «He llegado a los 8.000», confiesa, cifra que ganó en un torneo en vivo en el casino malagueño de Torrequebrada. Juega unas cuatro horas diarias en la red y descansa un día a la semana. Nada comparable al estrés de un restaurante. Aunque vive pendiente de un hilo. «Nunca sabes cómo te va a ir». Y encima, la debilidad del dólar, la moneda con la que se juega en la mayoría de casinos online de todo el mundo. «Por si no fuera poco lidiar con mi propia suerte...».