El 'Atleti' es único
El Barça pierde su primer partido de la temporada en la Liga ante un Atlético superior que ganó con los goles de Forlán y Simao. Ibrahimovic marcó el del Barça
MADRID Actualizado: GuardarFue una noche grande para el Atlético y el Real Madrid y nefasta para el Barça, que sufrió su primera derrota de la temporada en la Liga. También grande para el fútbol y el espectáculo en un primer tiempo en el que el 'Atleti' salió victorioso de un precioso intercambio de golpes, en un periodo en el que hubo buen fútbol, ocasiones y goles. Ahí resolvió el 'Atleti' un duelo que siempre promete, aunque tras el descanso el partido bajó en intensidad y emoción, porque el decepcionante Barça estuvo fundido y apenas llegó a la portería local.
Jugó una espléndida primera parte del Atlético, que desde el pitido inicial consiguió anular a Xavi e Iniesta y provocó que, durante casi media hora, el Barça no apareciese en ataque, no fuese capaz de generar peligro y sufriese ante los vertiginosos contraataques rojiblancos liderados por Reyes, en estado de gracia.
Era el día señalado para Agüero, pero pese a que el argentino, también estuvo grande en el recorte, cuando le tocó decidir se asustó ante Valdés. Cara a cara con el meta, no se atrevió a disparar cuando tenía el segundo gol en sus botas. Poco después lo arregló Simao con un golazo de falta directa cuando el Barça aún se lamentaba de la tempranera rotura muscular de Keita y Guardiola sacó a Pedro para acompañar arriba a Messi e 'Ibra' y tuvo que mandar atrás a Iniesta.
A pesar de las intentonas individuales del manchego y de Messi, la defensa del Atlético encabezada por Perea rindió a un altísimo nivel, aunque falló en el córner que acabó en el gol de Ibrahimovic y después sobrevivió gracias a De Gea. El joven portero rojiblanco se hizo tres paradones en menos de diez minutos cuando se llegaba al descanso, en los momentos en los que el Barça acarició el empate. El 'Atleti' quedó tocado con el tanto del sueco, el Barça se creció y comenzó a moverla y a jugar mucho mejor y los de casa no lo pasaron bien para asegurar la victoria parcial al descanso.
En un duelo trepidante, sin respiro, de los que, como es habitual cuando se enfrentan ambos equipos, hacen afición, el Atlético, muy junto, se aprovechó de los amplios espacios que dejó el Barcelona y no tardó en levantar el Calderón con la genial jugada de Reyes que abrió el marcador. El sevillano se fue de Iniesta y de Pedro y le dio un pase al desmarque a Forlán para que el uruguayo diese el golpe y al 'Atleti' se le pusiese todo de cara. No pudo reaccionar el Barcelona, porque el Atlético, con sus líneas muy juntas y presionando sin descanso, impidió la salida del balón azulgrana y cerró todos los huecos.
El despliegue de Assunçao y Tiago dio sus frutos y el Barça, pese a los esfuerzos de Messi, el único que cambiaba el ritmo y metía mucho miedo con sus regates y verticalidad, estaba cegado por la defensa local. Sin embargo, para continuar con su costumbre, el Atlético falló a balón parado y el gol dio lugar a un cambio de dinámica. El Barça empezó a carburar, aunque con muchas dificultades para zafarse del trabajo defensivo rival, tapó los agujeros que había antes, el Atlético ya no contragolpeó como antes, y De Gea tuvo que convertirse en el salvador de su equipo.
Sin ocasiones para empatar
El toma y daca siguió, aunque durante muy pocos minutos, en el arranque de una segunda mitad en la que Agüero pudo sentenciar. Lo impidió Valdés, con una pierna milagrosa después de un jugadón del argentino en el área ante Puyol. Gracias a su portero sobrevivió el Barça, pero ante un Atlético entregado en la recuperación, en la presión y en la concentración defensiva, a los azulgrana les resultó imposible crear ocasiones.
El balón era de los visitantes, pero al llegar al área los siempre desequilibrantes Messi, 'Ibra' e Iniesta se encontraban con un muro rojiblanco y ni siquiera disparaban a puerta. El Atlético estaba cada vez más echado atrás, pero muy cómodo, porque el Barça estaba muy espeso, no llegaba, y podía morir definitivamente en alguna otra contra. La distancia hasta el área de Valdés ya era mayor, pero no había problema, porque el Barcelona no era capaz de tener continuidad y pisar el acelerador.
Al contrario. Los azulgrana se quedaron sin la pelota y se hundieron anímica y físicamente frente a un Atlético que no se podía creer tal dominio y sensación de autoridad ante el mejor equipo del mundo y hasta ahora invencible en la competición. Y hubo otra noticia importante, porque el Atlético no acabó el partido encerrado en su campo. No acabó sufriendo, porque se lo creyó y el Barça no tuvo nada que ver con el conocido. Las grandes estrellas azulgrana no existieron. La Liga tiene ahora mucho más interés gracias al 'Atleti', y el Madrid vuelve a agradecérselo.