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Saqueadores en la iglesia de Santiago
Una de las puertas fue forzada, aunque los asaltantes no pudieron acceder al interior del temploLos ladrones franquearon la valla metálica que rodea la parroquia hace unos días y se llevaron enseres de construcción y materiales de obra
JEREZ. Actualizado: GuardarLa iglesia de Santiago, cerrada al culto desde hace alrededor de cuatro años por graves problemas arquitectónicos, fue objeto esta semana de un intento de robo. Afortunadamente, todo quedó en un susto y los asaltantes solamente pudieron llevarse material de obra y otros enseres propios de construcción que estaban fuera de la parroquia. Eso sí, intentaron forzar una de las puertas de entrada sin que la intrusión llegara a mayores.
Esta señera iglesia del centro de Jerez está siendo rehabilitada por los importantes problemas estructurales que padecía y que provocaron su clausura y, por tanto, una valla metálica de seguridad circunda todo el recinto. Es a este pequeño espacio al que accedieron los asaltantes hace algunas noches sin poder ir más allá. «Parece que ha habido un forcejeíllo de la puerta y ya se han tomado las medidas oportunas», confirmó ayer el responsable diocesano de Patrimonio, Miguel Ángel Montero. Tras percatarse de la intrusión, el Obispado asidonense informó a la empresa responsable de la reforma, Cimtra, de la sustracción de pequeña maquinaria y enseres de su propiedad y decidieron sustituir sin dilación la cerradura que había sido forzada.
De igual forma, como confirmó ayer el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Asidonia-Jerez, «se han puesto a buen recaudo algunos objetos artísticos de cierto valor que había dentro de la iglesia» ante el temor de que un suceso como éste pueda volver a repetirse y en la próxima ocasión sí que puedan los ladrones entrar en el templo gótico y causar mayores desperfectos.
La iglesia, que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), está prácticamente vacía a consecuencia de las actuaciones de reforma y lo que quedaba en su interior no era de primer nivel pero «es una pena que se pudiera perder y no nos cuesta ningún trabajo trasladarlo a otro sitio», explicó Montero, consciente de que este intento fallido de acceder al templo jerezano pueda tener continuidad.
Objetivo de robos
Mientras que lo sucedido en Santiago solamente se ha quedado en un aviso, otros templos de la ciudad han sufrido asaltos con la consiguiente pérdida de objetos de valor y desperfectos. El último caso ocurrió poco antes de la Semana Santa de 2009, cuando los ladrones forzaron la entrada de la sacristía de San Lucas, donde había enseres de la hermandad de Las Tres Caídas y se llevaron las cuatro cantoneras de la cruz de salida, la campana muñidora, una naveta y el llamador del palio. Accedieron a las instalaciones con palancas y de madrugada.