El Lobelle se cuela en la final
El equipo gallego disputará la final de la Copa de España tras superar al Inter Movistar
Actualizado: GuardarEl Lobelle volvió a cruzarse en el camino del Inter Movistar, como ya sucediera en la Supercopa de Vigo, y en una de demostración de sufrimiento y resistencia sacó su billete para la final de la Copa de España, que espera conquistar en su edición más simbólica, en pleno año Xacobeo.
El equipo santiagués saltó a la cancha con la máxima intensidad, y en una sucesión de rechaces sacó petróleo para inaugurar el marcador por medio de Leitao.
Con un ritmo frenético en todas sus acciones, el Lobelle sometió en el arranque al Inter, aunque el cuadro madrileño se fue reponiendo con una posesión cada vez mayor hasta prácticamente capitalizar el balón.
Carlos Barrón aguantó como pudo el chaparrón que se le vino encima, con al menos cuatro paradas de enorme mérito, y a la espera de que escampara, el conjunto local dedicó todo su esfuerzo a conservar el botín. Tal fue el dominio visitante que los gallegos no pudieron montar una sola contra en condiciones al verse incapaces de encadenar más de dos pases seguidos.
Los gallegos aguantan el resultado
Pasado lo peor, el Lobelle empezó a asomar la cabeza y aunque no generó peligro en los dominios de Luis Amado, al menos redujo los riesgos de encajar el tanto de la igualada.
La segunda parte comenzó como acabó la primera, con el Inter volcado sobre la portería del Lobelle, pero esta vez el conjunto compostelano no rehuyó el intercambio de golpes. A excepción de un trallazo de Gabriel que se estrelló en el larguero, el equipo madrileño no consiguió burlar el engranaje defensivo local, de modo que empezó a asumir mayores riesgos. Así fue como llegó el 2-0 en un contragolpe que nació de una posible falta que no vieron los árbitros, y que culminó con sangre fría Eka en un claro tres para dos.
Jesús Candelas quemó todas las naves con Schumacher de portero jugador, pero el efecto fue justo el contrario al deseado por el técnico visitante: cayó el 3-0 obra de Rafael, y con él, la sentencia. El tanto de Borja no sirvió demasiado para aminorar la decepción del vigente campeón.