Una colección andaluza en tres colores: azul, blanco y negro

'Sentir' huyó de los tópicos para definirse con una personalidad propia. El blanco, el negro y el azul en diferentes tonalidades fueron los tres ejes cromáticos en los que se basó la colección. Abrió el desfile una expresiva Laura Sánchez con un modelo blanco con pedrería en el escote que cosechó los primeros aplausos.

A este modelo le siguieron otras variadas composiciones en las que destacó la ausencia de lunares, salvo en un vistoso traje negro en el que predominaban las trasparencias. Tanto en los luminosos blancos como en los azules y negros, el protagonismo absoluto fue de las telas y el corte. Tules, raso y hasta lentejuelas recorrieron la pasarela de los Museos de La Atalaya.

En los azules, Martín Berrocal jugó con diferentes tonos, desde los más eléctricos hasta los marinos. La misma variedad hubo en los volantes en todos los modelos: desde los más suaves hasta los más vaporosos y voluminosos. En las mangas sí hubo más uniformidad y la mayoría de ellas fueron largas, a excepción de algunos trajes de tirantes. También destacó la sobriedad de los adornos y el escueto recogido en el pelo de las modelos.

Los vestidos en riguroso negro cerraron el desfile, que empezó con unos minutos de retraso. Entre ellos, llamó la atención un traje también liso pero que tenía la particularidad de llevar añadidos unos rotos en en tonos grises. Para terminar, la expresividad de Laura Sánchez volvió a aparecer. Con un vestido negro de cola deleitó a los asistentes con su mirada y sus gestos, muy toreros, para concluir con un beso al cielo.