'Violencio' de 'génera'
Actualizado:Todo empezó con mi amiga Nazaret. Además de psicóloga es una inteligentísima mujer que, muy de vez en vez, me envía algún correo electrónico como integrante de su selecto círculo de contactos. Nunca defrauda. El que me mandó hace unos días lo había leído ya y de hecho había pensado en buscarlo por Internet para bloggearlo. Se titula 'Yo no sé de Derecho Penal.' y trata de comparar diversos hechos delictivos y la pena que tienen, entre sí. El texto explica que según el Código Penal vigente en España tiene estipulada más pena fotocopiar una página de un libro que darle dos puñetazos a un amigo, siempre que no causen lesión. Otro ejemplo: también tendría mayor punición grabarle a tu secretaria una película dvd original de su director favorito -Michael Mann- que, aprovechándote de tu situación jerárquica, acosarla sexualmente.
No me he parado a cotejar los artículos del mail con los del código vigente para comprobar su exactitud pero el ejemplo me viene al caso para dejar constancia de lo que creo es un mal endémico en la catalogación de los bienes jurídicos protegidos en el ámbito penal. Haría falta presentar un poco de sentido común, ése que debe ser fundamental entre los juristas. Es necesaria una reforma coherente de la normativa penal, acorde con la realidad social, con los hechos delictivos y con la política reeducativa que manifiesta defender el legislador.
Todo viene a colación del gravísimo problema que existe con la regulación contra la violencia de género, también llamada 'machista'. Entiendo que con esta política de tolerancia cero se hace muchísimo bien a señoras necesitadas de protección aunque desgraciadamente también se hace mal a otros caballeros por el abuso que de dicha política se ve en las comisarías y juzgados a diario. Por supuesto que existe la auténtica mujer maltratada, ésa a la que siempre está dispuesta a ayudar mi amiga Nazaret, pero, junto a ella, también aparecen las oportunistas que hacen trampas, fraudes. ¿Cuáles? Las denuncias falsas de amenazas o malos tratos en el ámbito doméstico -sólo de hombre a mujer, no a la inversa- provocan a los denunciados fines de semana en los calabozos, humillaciones públicas, ayudas económicas a las denunciantes al tiempo que generan negociaciones más fáciles en los divorcios y, desgraciadamente, en muchos casos, auténtica violencia de género como respuesta primaria ante todo esto por parte de varones energúmenos y/o desbordados.
El Código de Derecho Canónico considera que se produce un impedimento que obsta a la validez del matrimonio cuando el hombre rapta a la mujer para obligarla a contraer matrimonio, pero no a la inversa. Esto me parece una estupidez discriminatoria semejante a penalizar y gravar a una persona por su sexo (masculino). No creo en los géneros sino en la gente, en su bondad y en su valía, independientemente de su sexo. Tenía que decirlo, que confesarlo, porque veo abuso y dolor a diario. Eso no es justo. Cambie esta ley ya, legislador.