Europa se defiende de la especulación
Atenas tendrá que sanear sus cuentas públicas por sí misma, bajo la vigilancia estrecha de las instituciones europeas Sarkozy y Merkel anuncian un contundente apoyo político a Grecia para proteger el euro
BRUSELAS.Actualizado:Grecia recibió ayer de la Unión Europea un apoyo político contundente, y los especuladores financieros fueron advertidos de que la Eurozona se defenderá, si fuera necesario, de cualquier actuación turbia en los mercados que busque desequilibrar su estabilidad financiera atacando a Grecia o a otras economías. Las cuentas públicas helenas, sin embargo, tendrán que sanearse por sí mismas, bajo una vigilancia estrecha, constante y acrecentada de las instituciones europeas y del Fondo Monetario Internacional.
El Consejo Europeo extraordinario celebrado ayer en Bruselas concluyó como estaba previsto: con mensajes de solidaridad hacia Grecia pero sin apoyos financieros «que el Gobierno griego no ha solicitado», afirma rotundo el comunicado que Herman van Rompuy, presidente permanente del Consejo, leyó ante los medios informativos dos veces, porque la primera su voz no fue bien captada por los micrófonos.
La cumbre lanzó ante los últimos acontecimientos vividos por los mercados dos mensajes claramente diferenciados. En primer lugar, atendiendo sin duda a exigencias alemanas, el documento recuerda la obligación de los miembros de la Eurozona de practicar «políticas sanas y conformes con las reglas acordadas». En este sentido, la cumbre otorga su visto bueno al Programa de Estabilidad revisado que Atenas ha presentado a Bruselas, y que contempla drásticas reducciones del gasto público, hasta situar el déficit presupuestario por debajo del 3% del PIB en 2012. Sólo este año deberán recortarlo cuatro puntos, para rebajarlo hasta el 8,7% del PIB. El Gobierno heleno ha dicho ya cómo espera lograr estos objetivos y los sindicatos han rechazado en la calle los esfuerzos que se van a pedir a los trabajadores para alcanzarlos.
La vigilancia de las finanzas griegas será excepcional. La llevarán a cabo, conjuntamente, la Comisión y el Banco Central Europeo, con el apoyo técnico del Fondo Monetario Internacional. Habrá informes mensuales, según Sarkozy, que servirán para verificar que las cosas evolucionan según lo previsto y para corregir inmediatamente la tendencia a la más mínima desviación.
Atenas, en la práctica, va a tener que compartir estos próximos años su soberanía económica. El segundo mensaje de la cumbre es más oscuro, pero no menos firme. Asegura que «los Estados miembros tomarán medidas decididas y coordinadas, si fuera necesario, para proteger la estabilidad financiera de la zona euro en su conjunto». Se trata de una frase austera en la que subyace una amenaza concreta a los especuladores de los mercados. Si es preciso, viene a decir, la Eurozona se defenderá «con firmeza y mediante actuaciones pactadas en su seno».
Sin precisar
No existe concreción sobre cómo vaya a organizarse esa defensa, pero es obvio que ha sido articulada; la pactaron anteayer en el Eurogrupo, con el visto bueno de los presidentes de los Estados miembros, y comprenderá un amplio abanico de actuaciones para frenar la acción de los especuladores. Otrora muy poderosos, los 'hedge funds' -fondos de alto riesgo- que han sobrevivido a la crisis, responsables de las estrategias que han atacado a Grecia y Portugal, y en parte a España estas últimas semanas, están muy debilitados. La naturaleza de sus operaciones a realizar, de alto riesgo, les hace todavía más vulnerables. Lo que ayer la cumbre les dijo es que los miembros de la Eurozona no se verán aislados cuando se trate de hacer frente a ese tipo de campañas.
Yorgos Papandreu, el primer ministro griego, consideró que la sola declaración de la cumbre comunitaria constituía, por sí misma, una advertencia a los especuladores internacionales. Afirmó Papandreu, asimismo, que Grecia no ha solicitado ayuda financiera de la UE, «ni la pedirá». La solidaridad europea con Atenas está, en cualquier caso, comprometida si llegara a ser necesaria.
Las decisiones últimas sobre el tenor del apoyo a Grecia fueron adoptadas en una reunión celebrada a primera hora de la mañana, a la que asistieron Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Yorgos Papandreu, Herman Van Rompuy y Jean-Claude Trichet. No asistió Rodríguez Zapatero, a pesar de su condición de presidente por turno de la UE.