Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
TEATRO

La Zaranda talla con "Futuros difuntos" un retablo brutal del desamparo

Concha Barrigós / EFE | MADRIDActualizado:

No saben qué pasará cuando esta noche estrenen en El Español "Futuros difuntos", la obra con la que la compañía jerezana La Zaranda insiste en su criba del teatro, porque, pretextan humildes, su retablo brutal del desamparo se construye en cada función a partir de la mirada del espectador.

Esta carismática compañía de "teatro inestable de la Andalucía Baja", que cumple 30 años de "andadura", dispone en el escenario los elementos necesarios para hacer un huecograbado de la desolación en el que los personajes "habitan en la conciencia de quien los contempla", afirma Paco de la Zaranda (Francisco Sánchez), director, responsable del "espacio escénico" y actor.

La Zaranda, dice, "no se repite, insiste. Va depurando su manera de sentir el teatro y siempre parte de un sentimiento y un sentimiento no puede explicarse. Eusebio -Calonge, el autor- le da forma literaria y nosotros carnal para que el misterio del teatro fluya a través de nosotros".

En esta ocasión la intriga teatral la desarrollan un trío de desahuciados mentales que juegan en su reclusión a ser los dueños de su vida, "a ser los propios médicos de su locura".

El anterior trabajo -"Los que ríen los últimos"- "era un viaje a la esperanza y ahora la anécdota está en un manicomio", explica, "por intentar explicar algo", el director, que insiste en que "el personaje nunca está escrito, sólo su parlamento".

"Nunca sabes desde qué entraña lo vas a decir. Vas al encuentro del personaje a través de alguien que ves en la calle o en una pintura y le ayudas a que venga al mundo y andas con él. En ese proceso, esta vez nos ha ayudado Velázquez, un creador genial porque en él su pintura sucedía, se daba", apunta.

Paco de la Zaranda confiesa que él ya no aspira a hacer teatro, sino que espera que el teatro "venga" y para que le llegue "el estado de gracia" tiene que "pelearse mucho" y trabajar aún más.

"Hoy no se cómo vendrá el toro. Que la gente, entre y diga 'aquí va a pazar algo'", resume con su característico ceceo jerezano.

La obra que hace el número 12 de esta compañía reúne en escena elementos "que han querido estar ahí: el objeto dice 'eztoy, me voy contigo' y digo, 'puez vente'", y así han "arribado" un avión, sillas de ruedas de México o Argentina, y varios "maximones", es decir, santos sincréticos que son venerados por los indígenas en Guatemala y que les "magnetizaron" con su "energía".

Los objetos "son tan o más importantes" que los intérpretes, dice Paco de la Zaranda, que comparte escenario en el "santuario" del Español, con Enrique Bustos y Gaspar Campuzano.

El autor, Eusebio Calonge, sostiene que La Zaranda "es un ser vivo" y que no pretenden "hacer cambios" con cada uno de sus montajes sino profundizar en su esencia: "no es un camino de artefactos sino un camino de indagación".

Lamenta que ahora se valore "tanto" la cantidad de público pero ellos seguirán en "lo suyo", es decir, el teatro de creación para el que "lo importante" es lo que siente el espectador.

"Son obras vivas hechas para él; que él sea el testigo de lo que allí sucede, por eso el público siempre ve algo nuevo", revela Calonge, que apunta que la visión del mundo "como un manicomio" tiene, y siempre tendrá, "muchas lecturas".

"Futuros difuntos" es una coproducción con el Thèâtre Sorano de Toulouse, donde La Zaranda la estrenó en 2008 con un gran éxito de crítica y público -son candidatos este año al Prix Europe pour le Theatre-, y supone el tercer "desembarco" de esta "maravillosa compañía" en El Español, en palabras de su director, Mario Gas.