ESPAÑA

Aliento extra para los líderes

Aplausos para los primeros espadas en el hemiciclo. En los pasillos, los diputados se defienden: «no llevamos 40 días de vacaciones»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Carreras por el alfombrado pasillo. Faltan tres minutos para las 9.00 horas, comienzo de la sesión plenaria, y José Bono es un maniático de la puntualidad. Ningún diputado quiere perderse el primer cara a cara del curso político 2010 entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. El presidente llega sonriente, aunque sin colegiales que le alegren la mañana, como ocurrió el día anterior en el Senado.

Los primeros espadas, con la crisis económica por montera, inician sus embestidas dialécticas, si bien sin salidas de tono. Las respectivas bancadas responden con fuertes aplausos, inusitadamente intensos en la zona socialista. El presidente, que aún digiere su 'semana de pasión', necesita mimos y apoyo, tal vez más que nunca. Este febrero no será confitura.

Mariano Rajoy guarda su munición de mayor calibre para la comparecencia del próximo miércoles. El PP se granjeó el apoyo de CiU, PNV y ERC para examinar ese día a Zapatero. Pero en el tono del líder del PP se atisba un grado de desencanto. «Si tuviera alguna posibilidad de ganarla, presentaría una moción de censura», dijo el martes. Ayer tampoco la tenía, y mañana estará igual. Al menos, CiU negará su apoyo. Así de clarito se lo dejó José Antonio Durán i Lleida, tras una reunión que, en teoría, iba a ser secreta -o al menos privada-, pero que se convierte en la comidilla de los corrillos parlamentarios. El recurso que presentó el PP contra el 'Estatut' es la 'maldita pared' que separa a Rajoy de Durán i Lleida.

Lejos de las 'alturas', un diputado se queja amargamente a un grupo de informadores: «¡Joder, vosotros sabéis que un diputado hace muchas más cosas que estar en el Congreso sentado en su escaño!». Recuerdan que su labor continúa en sus respectivas circunscripciones, donde se reúnen con asociaciones y colectivos para analizar la coyuntura cotidiana. En esos encuentros nace buena parte de las preguntas y de las mociones que presentan semanalmente en la Cámara baja.

El lamento tiene su origen en las críticas que han recibido esta semana por un inicio de curso tan tardío. Los parlamentarios recuerdan que, ni mucho menos han estado 40 días de vacaciones -el anterior pleno fue el del 22 de diciembre-. Una cosa es que José Bono compare el coste del Congreso con el fichaje de Cristiano Ronaldo y otra.