Optimista. Néstor Gorosito ha logrado que el Xerez mejore su imagen. :: JUAN CARLOS CORCHADO
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«Pellegrini me cambió la forma de ver el fútbol»

Néstor Gorosito se reencontrará el sábado con Manuel Pellegrini, el técnico que más le ha enseñado al preparador xerecista Nèstor Gorosito. Técnico del Xerez CD

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Al partido del próximo sábado en Chapín no le hace falta ningún tipo de edulcorante, pues se trata de una visita histórica de toda una leyenda del fútbol como el Real Madrid. Pero para Néstor Raúl 'Pipo' Gorosito tendrá un matiz especial más, que es su reencuentro en España con el que fue su maestro, Manuel Pellegrini. Pipo coincidió con el chileno en Universidad Católica, donde el argentino era el lugarteniente de Pellegrini dentro del terreno de juego. Con el paso del tiempo, el ahora entrenador del Xerez pudo convertirse en segundo técnico de Pellegrini cuando éste fue a River, pero ahora el destino ha querido que se vuelvan a ver las caras en España (ya se enfrentaron en Argentina, donde el chileno nunca pudo con Pipo) y como responsables de los banquillos de dos equipos de Primera División. Ayer contaba sus sensaciones previas al partido durante la tertulia de la 'Cadena Ser'.

-¿Cuál ha sido su maestro como entrenador?

-He tenido a muy buenos técnicos y a casi todos los grandes. Estuve con Menotti, Bilardo, Cubilla, Griguol, Adolfo Pedernera, en Austria tuve a Happel, que salió campeón de Europa con el Hamburgo, con el Ajax, con el Brujas. También tuve a Fernando Carballo en Chile o a Pasarela, pero el que sintetiza todo o muchas virtudes de todos los que hablé es Manuel Pellegrini, que lo tuve de entrenador en Argentina. Una vez me preguntaron en Argentina que quién era el mejor entrenador y yo dije que Pellegrini, pero nadie lo conocía. Yo veía el fútbol de una forma hasta que lo tuve a él. En Argentina normalmente se trata bien a los siete u ocho muchachos más grandes y Pellegrini trata a todos igual. Con él aprendí a desmenuzar un partido. Antes yo les decía a los jugadores que atacaran por el lado izquierdo cuando sabía que el lateral derecho era malo. Era más viveza, que conocimiento. Después de estar con Pellegrini, aprendí a hacer movimientos para que se produzca que uno se fuera a enfrentar con el que, en teoría, era más débil. También aprendí el trato, la programación, ya que como él es ingeniero es muy metódico en sus trabajos, muy respetuoso y organizado. Me gusta la manera de trabajar de Manuel en muchas cosas. Cuando yo dije eso en Argentina todos se medio reían porque sabían que había tenido a Menotti o Bilardo.

-¿Cómo es su relación con él?

-Yo hablé con Beto Acosta para que lo llevara a San Lorenzo, donde le fue muy bien. Allí no lo conocían, pero de San Lorenzo fue a River y después vino para acá, donde está demostrando toda su capacidad.

-¿Considera que Pellegrini es el mejor?

-Me quedo con las cosas de uno y de otro, pero filosóficamente tiendo a las formas de Valdano, Pellegrini y Menotti.

-¿Se le puede ganar al Madrid?

-¿Por qué no? Seguro que sí. Es mucho más difícil que otros partidos, pero lo que me preocupa es que nosotros tenemos que tener una identidad. Al margen del resultado, que es lo más importante, debemos defender nuestros signos de identidad porque si lo haces mal seguramente ganes algún partido, pero a la larga vas a perder. Si vos ganas jugando bien y tienes supremacía en la posesión de la pelota seguramente tendrás más posibilidades.

-¿Cómo le va a plantar cara el Xerez al Madrid?

-Vamos a plantarnos en tres cuartos de cancha y la idea es tratar de presionar y no venir para atrás. Esa debe ser la identidad del Xerez porque nuestro cuerpo técnico no sabe transmitir eso de meternos todos atrás y dejar uno arriba. Eso es mucho más fácil porque nunca te van a agarrar un contragolpe y siempre vas a estar más arropado. Nuestra forma de sentir el fútbol es ir a proponer. Hemos tenido la suerte de estar en equipos grandes y tratamos de transmitir eso.

-¿Empieza a tener resultado el trabajo físico que está haciendo?

-La semana pasada se sintió el cansancio ya que algunos jugadores nos comentaron que notaron pesadez. Les dijimos que era lógico, porque siempre que hay un cambio es normal que lo sientan. Las próximas dos semanas apretaremos un poco más con doble turno, para tratar de llegar a la última parte del torneo mucho mejor. No quiero decir que estuviera mal lo que se hacía antes, pero para lo que nosotros queremos necesitamos algo más.

-Vuelve Cristiano Ronaldo tras superar su sanción.

-Si empezamos a comparar individualidades, seguramente ellos tengan las mejores del mundo. Nosotros tenemos que contrarrestar eso con trabajo en equipo y tenemos confianza en que lo vamos a hacer. Más que hablar del Madrid, prefiero hacerlo de mi equipo. Hay que seguir mejorando y disimular al máximo nuestros errores. Seguro que tenemos un dolor muy grande con la derrota ante el Ahtletic, pero queda la satisfacción de que se mostró personalidad y se jugó bien. Ante eso no hay nada que reclamar. Como decía antes, no pueden correr más que nosotros. Quizás pueden saltar más que nosotros, porque eso es una virtud, pero lo que no puede pasar es que cabeceen solos. Si cada uno hace en su posición su trabajo, será en beneficio del grupo.

-¿Aspira a tener la posesión del balón ante el Real Madrid?

-Vamos a tener superioridad en algunos sectores del campo y trataremos de aprovecharlo, para llevarlo a los lugares donde nosotros queremos. Los jugadores saben que desde que nosotros llegamos no vamos a ir a ninguna cancha a meternos detrás. Esa es nuestra identidad, pero el rival también tiene virtudes y nos lo pondrá difícil.

-¿Le dura el enfado por la derrota en La Catedral?

-Principalmente dio rabia por la forma en que se perdió porque el equipo había tenido una mejoría desde el partido contra el Osasuna. Fue de a poquito creciendo y el otro día lo mínimo que merecíamos era un empate. Para seguir creciendo es importante lograr resultados, sino se empieza a descreer. La imagen del equipo ha sido muy buena, pero esperamos corregir los errores que nos hacen perder los partidos. En Primera, a diferencia de en Segunda, los contrarios marcan tres goles si tienen tres ocasiones. En otras divisiones te fallan goles, pero en Primera es muy difícil que fallen. Ya no nos crean tantas situaciones de gol, pero las veces que nos llegan nos concretan y eso nos duele.

-El bajón del equipo coincidió con la lesión de Víctor Sánchez.

-La salida de Víctor fue fundamental, principalmente, porque a partir de él y de Casado se estaba empezando a triangular y llegamos tres o cuatro veces para contragolpear muy bien. Tuvimos para definir el partido, pero no lo hicimos y ellos encontraron los goles en momentos justos. Para mí, el 2-2 les llega a ellos en nuestro mejor momento.

-Pero el equipo dio un paso atrás cuando comenzó la segunda parte del encuentro.

-Hicimos un cambio, ya que yo puse un poco más atrás a Moreno porque veía que por el medio la pelota pasaba por arriba y el peligro lo creaban los centrales y los laterales de ellos al pasarle la pelota a Llorente. Ellos no nos creaban peligro, pero sí que es verdad que nos metimos demasiado atrás para lo que nosotros pretendemos. Debemos tener una identidad al margen del equipo al que nos toque enfrentarnos. No podemos jugar tan atrás, sino en tres cuartos de nuestra cancha, pero no meternos atrás. Hay que tener una identidad para ir a ganar.

-¿No piensa que era demasiado arriesgado meter a Moreno entre los centrales con tanto partido por delante?

-No, porque que pensamos que ellos tiraban centros y Llorente le bajaba la bola a los volantes. Entonces, al poner a Moreno ahí la idea era que Leandro fuera mano a mano con Llorente, Aythami se quedara con Toquero y Vicente quedaba libre para tapar las pelotas que pudieran bajar los puntas. Para liberar un poquito a Momo y a Calvo, nuestro laterales tenían que cubrir a los que entraban por las bandas. Ahí tuvimos esos tres o cuatro contragolpes en los que pudimos hacer gol, pero hay veces que las cosas salen mal.

-Quizás se intentó amarrar la victoria demasiado pronto.

-La idea no era tratar de mantener la diferencia, sino ampliarla si era posible. En el descanso hablamos de que no había que desperdiciar los contragolpes, pero es lógico que un equipo que todavía no había ganado como visitante se aferre al resultado. El Bilbao también tuvo su parte de mérito.