Getafe, Sevilla y la pasión copera
El conjunto madrileño espera devolverle la moneda al equipo de Nervión, su verdugo en la final de la Copa del Rey en el año 2007 Los andaluces llegan a la vuelta de las semifinales con dos goles de renta
SEVILLA.Actualizado:Los entrenadores de Getafe y Sevilla tienen muchas cosas en común. Fueron jugadores muy diferentes, ya que el madridista sobresalía por su calidad en el regate y los centros y el defensa sevillista por su garra en el lateral, pero ambos demostraron máximo compromiso con sus equipos y compartieron vestuario en la selección española. Las críticas por el fracaso en el Mundial de Italia'90, con Luis Suárez como seleccionadores, les curtieron en el plano psicológico. En sus clubes, entendieron enseguida que a los de casa no se les aprecia tanto como a los de fuera.
Ahora, como técnicos, también intentan inculcar esa filosofía a los suyos. «Estamos preparados para pasar, sólo tenemos que mentalizarnos». Así resume el preparador 'azulón' lo que ha querido transmitir de cara a la vuelta de las semifinales de Copa del Rey. El madrileño no olvida que en la ida la calidad resultó suficiente. El Getafe puso el buen juego, un gran fútbol, pero los hispalenses los goles. Soldado, Pedro León y compañía marearon la perdiz pero no mordieron.
Jimenez cambió el rumbo de la ida con una sustitución 'mágica', la de Romaric en lugar de Negredo, que a la postre fue clave para la victoria. Sin embargo, su derrota ante el Zaragoza, sacando una alineación que le hizo 'tirar' la tercera plaza, le ha devuelto a la tierra. Un fracaso agotaría su crédito. Sus detractores aseguran que su papel en Getafe será clave incluso para saber si se sentará ante Osasuna este fin de semana. Dice que no sabe cómo se controla un resultado. Para él sólo vale ganar, no empatar. Añade que no teme una posible eliminación porque está seguro de la presencia del Sevilla en la final. Eso sí, el miedo se ve en sus ojos. Porque sabe que de cometer un fallo y estar eliminado, él sería el siguiente en caer.
El 2-0 de la ida no se considera definitivo para los andaluces. Se enfrentan a un rival más modesto que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Los getafenses juegan en casa y saben que el Sevilla se empequeñece cuando tiene grandes oportunidades. Ya le pasó el año pasado por estas fechas en Bilbao ante un Athletic especialmente motivado.