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Del orfanato a la cumbre tras pasar por la cárcel

R. M. MAÑUECO
KIEV.Actualizado:

Víctor Fiódorovich Yanukóvich -195 centímetros de estatura, complexión fuerte, casado y con dos hijos varones ya emancipados- dirigió el Gobierno de Ucrania hasta noviembre de 2004. Hizo una fulgurante carrera, pero la 'revolución naranja' le impidió ser presidente. Ahora se ha tomado la revancha y, tras su victoria electoral, se dispone a tomar las riendas del país. Dos condenas, por robo y agresión, en sus años mozos son las máculas que ennegrecen su historial.

Yanukóvich viene del este de Ucrania, en donde se concentra la industria que aporta dos tercios del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Nació hace 59 años en Yenákievo (región de Donetsk), zona repleta de fundiciones, minas de carbón, fábricas de automóviles y maquinaria pesada. Su padre era minero y su madre murió cuando tenía sólo dos años. Tuvo una infancia difícil. Y es que, antes de que su abuela se hiciera cargo de él paso unos años en un orfanato. Siendo estudiante de la escuela técnica de minas de Yenákievo fue a parar a un reformatorio por robar material eléctrico de un almacén. Tres años después, en 1970, cumplió otra condena, por agresiones.

Pero el joven e impetuoso Víctor sentó la cabeza y logró hacer compatible un trabajo de mecánico con sus estudios. A los 26 años obtuvo su primer puesto de envergadura: responsable del parque automovilístico de una compañía minera. Tras recorrer la dirección de diversas empresas -eran estatales- en los sectores del transporte y la minería, fue puesto al frente de la coordinación de todas las fábricas de automoción de la región de Donetsk.

Comienzos políticos

De 'director rojo' pasó más tarde a convertirse en gobernador de la región, puesto que conservó cinco años. Fue cuando a su amigo, el magnate Rinat Ajmétov, propietario del club del fútbol Shajtior (Minero), le hizo dueño de Krivoirogstal, la factoría metalúrgica mayor de Ucrania. En la privatización de la fundición, que costó algo más de 600 millones de euros, participó también Víctor Pinchuk, el yerno del entonces presidente Leonid Kuchma. Éste nombró a Yanukóvich primer ministro en noviembre de 2002. Con la ayuda económica de Rusia consiguió al frente del Ejecutivo un crecimiento del PIB de 13,4%, duplicó las pensiones e hizo bajar el precio de la gasolina.