ESTO ES CARNAVAL

Hay quien piensa que el Carnaval lo hacemos cuatro gatos y que lo mantenemos vivo porque sacamos suculentas ganancias con nuestras coplas y esperpentos. Aunque es completamente incierto, para la opinión pública los protagonistas del Carnaval nos forramos al llegar febrero y vivimos del cuento el resto del año a costa de nuestras esperpénticas chuminadas.

Para evitar malentendidos, el COAC se verá obligado, en su día, a exigir a las agrupaciones, que pasen por el concurso, una declaración pública de sus bienes patrimoniales como ha hacho la Diputación Provincial con sus empleados y representantes políticos. Por todo ello, es urgente la aprobación, por parte del COAC, de un decretazo que informe a la opinión pública de nuestras ganancias suntuosas.

Pero la verdad del cuento es que, en Cádiz, todos padecemos el 'síndrome Carnaval'. Porque -no me diga usted-, que las declaraciones patrimoniales de nuestros representantes políticos no son un cuplé chungo, sin gracia y sin argumentos. Y lo que es más Carnaval aún, sus señorías están convencidos de que nos lo vamos a creer a pies juntillas. Con lo que se ve, se imagina y cuentan los pajaritos voladores que todo lo saben.

Entendemos que el Carnaval es una tradición patrimonial, pero lo que no entendemos son las declaraciones patrimoniales de los usuario de Diputación, porque, a parte de ser un cuplé malo de solemnidad, es una tomadura de pelo, una falacia misericordiosa y una forma sutil de reírse de los tontos del pueblo. El Carnaval es esperpéntico por naturaleza. La política, un chollo esperpéntico.

¡Esto es Carnaval!