ESPAÑA

Rajoy echa la culpa a Zapatero de la desconfianza en la economía española

El líder del PP enfría el debate sobre la moción de censura, pero reclama al presidente que vaya al Congreso «a decir la verdad»

ATARFE. Actualizado: Guardar
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Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen, pero con excepciones. Así al menos lo cree Mariano Rajoy, que ayer responsabilizó directamente a José Luis Rodríguez Zapatero de la crisis de confianza internacional que padece la economía de nuestro país.

El líder del PP, ante más de 10.000 correligionarios en la plaza de toros de Atarfe (Granada), antepuso su preocupación por los 4,3 millones de parados a cualquier ansiedad por llegar a la Moncloa. Ni mociones de censura, ni elecciones anticipadas ni, tan siquiera, una petición explícita a la necesidad de que dimita el presidente del Gobierno. Sólo la continúa referencia a que el PP está preparado y capacitado para gobernar cuando sea necesario, incluso, mañana mismo. Rajoy se limitó a pedirle a Rodríguez Zapatero que se deje de «brotes verdes» o «recuperaciones inminentes» y que vaya al Congreso a «decir la verdad» a los españoles sobre el «cómo y el cuándo vamos a salir de la crisis». De cara al exterior, defensa a ultranza del sector productivo: «España es un país de fiar, el que no es de fiar es su presidente», acotó. Una frase con la que suavizó el efecto del pronunciamiento de uno de los oradores que le precedió en el atril, Cristóbal Montoro. «España ha perdido el crédito en Europa y en el mundo», expuso el responsable del área económica del PP. Una sentencia que choca con los mensajes de credulidad y aliento que reclama el sector productivo y financiero español en un momento tan delicado. Rajoy también sacó a relucir viejos fantasmas del pasado, sobre todo con relación a las pensiones. Subrayó que cuando el PP llegó al Gobierno en 1996, el entonces ministro de trabajo Javier Arenas -organizador del acto de ayer- tuvo que pedir un crédito para abonar la prestación de diciembre, «porque la Seguridad Social estaba en quiebra». Rajoy indicó que los socialistas «han vuelto a las andadas» y han dilapidado la herencia económica que recibieron en 2004. Para avalar su tesis aseveró que, por primera vez en la historia de la democracia, los pensionistas han recibido menos dinero en su nómina (la de enero de 2010) con respecto al mes anterior (diciembre de 2009).

El discurso del presidente del PP evidenció que continúa a la espera. Pasó de puntillas sobre la postura de su formación ante las propuestas de reformas laboral y de pensiones que esbozó la semana pasada el Ejecutivo. Se limitó a calificarlas de «palos de ciego». Es más, negó que en España existiera un Gobierno como tal, sino que coinciden una serie de ministros sin timón. Puso como ejemplo el hecho de que los españoles, a su juicio, aún no saben si Zapatero aboga por retrasar la edad de jubilación a los 67 años. «Un día dicen una cosa y otro, la contraria, son el Gobierno de la nada», aseveró.

Rajoy guarda sus cartas y lo hace, además, con una coartada: confesó que no piensa responder a las ocurrencias del Gobierno con otras ocurrencias. ¿El motivo? El presidente del PP indicó que ha llegado el momento de la verdad para un Zapatero «escondido». Le animó a que cumpliese con su responsabilidad ante España y la historia. De lo contrario -abundó Rajoy- será el PP quien se la exija, porque la credibilidad «se le acabó» a Zapatero.

Otro feudo socialista

El PP quiere batir una marca en Andalucía: conquistar un feudo socialista al mes. En diciembre, reunió a más de 20.000 personas en Dos Hermanas (Sevilla) y ayer congregó a más de 10.000 acólitos en un punto clave del cinturón metropolitano de Granada, uno de los principales graneros de votos socialistas en la provincia.

Javier Arenas guarda la euforia para el ámbito privado y mantiene viva su estrategia de sumar. Ayer enfatizó que el debate en España ya no se circunscribe a la derecha o a la izquierda. Los españoles, según su teoría, deben decidirse entre lo nuevo y lo viejo. O, traducido a lenguaje mitinero, «entre un PSOE que genera problemas o un PP que aporta soluciones».

Arenas agradeció a Rajoy que haya visitado Andalucía en más de 140 ocasiones durante los últimos cinco años. Por el contrario, aseguró que Zapatero no puede venir a esta comunidad.