Alierta cree que hay un «ataque» de especuladores a la Bolsa española

El presidente de Telefónica, César Alierta, está convencido de que las turbulencias financieras de los últimos días nada tienen que ver con el estado real de la economía española y son simplemente «un ataque» contra la Bolsa española de especuladores. «Las aguas volverán a su cauce en tan sólo unos días, porque la realidad siempre acaba imponiéndose», sentenció días atrás en una conferencia pronunciada en Bilbao y organizada por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Comercial de Deusto y patrocinada por la firma PriceWaterhouseCooper (PWC). Al encuentro asistió un nutrido grupo de directivos y empresarios.

En un tono distendido y coloquial, permanentemente salpicado con guiños humorísticos, Alierta transmitió un mensaje de confianza sobre la situación de la economía española y también sobre el futuro de la empresa que preside. «El mundo va mejor, Europa también va mejor y España va mejor. No puedo hablar demasiado de los datos de nuestra compañía en el último trimestre de 2009, porque aún no los hemos publicado, pero las cifras comerciales presentan una clara mejoría en la actividad», señaló para acreditar que su reflexión e impresión positiva está basada en datos reales.

Volver a su cauce

Alierta, que ha dedicado una buena parte de su trayectoria profesional al negocio financiero, restó importancia a las turbulencias puntuales de los mercados. «Lo que ha ocurrido estos días -dijo- es obra de 'cortistas', en un momento en que todos se han concentrado en el ataque a la Bolsa española. Yo soy de los que piensan que los datos fundamentales de las compañías siempre se imponen, son la referencia más razonable y las aguas volverán a su cauce». Para remachar sus afirmaciones recordó que «en marzo del pasado año -en referencia al momento en que el mercado bursátil español alcanzó su punto más bajo desde el inicio de la crisis- parecía que el mundo iba a desaparecer y ya ven, no lo hizo».

El presidente de Telefónica ensalzó la posición internacional que ha ocupado esta compañía de telecomunicaciones, como consecuencia de su apuesta por la expansión internacional, principalmente en Latinoamérica, Reino Unido y China, además de la posición destacada que mantiene en el accionariado de Telecom Italia. No dudó en desmentir los rumores que en los últimos días apuntaban hacia una hipotética oferta de Telefónica sobre esta firma. «Nos sentimos cómodos con el acuerdo tecnológico que mantenemos y de momento -aseguró- no nos planteamos otra cosa». Sin embargo, reconoció que debe producirse en Europa una reordenación empresarial del sector. «En Estados Unidos hay cinco operadores. También hay cinco en China. En Europa, sin embargo, hay 168 y lo lógico es pensar que en el futuro esto debe cambiar». Sin embargo, insistió en señalar que Telefónica está «contenta» con su papel como quinto operador mundial por número de clientes, lo que le llevó a concluir que «serán otros los que deben preocuparse por la dimensión».

El reto digital

Alierta se mostró confiado en que la «tremenda velocidad a la que avanza el mundo digital» aportará numerosas oportunidades de negocio para la compañía que dirige, al tiempo que destacó la solidez intrínseca de la operadora. «Montar todas las redes de telecomunicaciones que tenemos -dijo- cuesta mucho dinero y también mucho tiempo. Esto supone una importante barrera de entrada para hipotéticos competidores». No perdió la oportunidad de desmontar algunos mitos del mercado creado en torno a Internet. «Miren -señaló- entre Facebook y nosotros hay algo en común. Ellos tienen 700 millones de clientes y nosotros una cifra similar. Sin embargo, también hay algo que nos diferencia: a nosotros, esos 700 millones de clientes nos pagan puntualmente cada mes, mientras que a Facebook no le dan ni un euro».

Por último, Alierta reclamó a las autoridades europeas el establecimiento de un nuevo marco de actuación para las operadoras, en el que se respete de una forma más acusada el papel d e las compañías que realizan las inversiones en redes frente a las que simplemente tienen acceso a ellas mediante su alquiler.